La ministra de Relaciones Exteriores de Noruega defendió el anuncio realizado por su país de que los productos importados de Cisjordania, los Altos del Golán y el este de Jerusalén deben llevar la correspondiente etiqueta, lo que ha desatado la ira del gobierno israelí.

“Los consumidores noruegos tienen derecho a saber si un producto que se vende en Noruega se produce en Israel o en una zona ocupada por Israel”, declaró el viernes la ministra de Asuntos Exteriores noruega, Anniken Huitfeldt, en un correo electrónico enviado a la agencia de noticias NTB, tras la decisión del gobierno de introducir una política de etiquetado para los productos importados de zonas consideradas bajo ocupación israelí tras la guerra de 1967.

El gobierno explicó que la decisión se tomó de acuerdo con una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 2019 que exige que los productos procedentes de estos territorios sean etiquetados como originarios de un “asentamiento israelí.”

Según sus directrices, “los productos alimenticios originarios de zonas ocupadas por Israel deben estar marcados con la zona de la que procede el producto, y que procede de un asentamiento israelí si es el caso, especialmente el vino, el aceite de oliva, la fruta, las verduras y las patatas.”

Israel condenó la medida, y el ministerio de Relaciones Exteriores israelí afirmó que la decisión del etiquetado “no contribuirá a la promoción de los lazos israelo-palestinos y afectará negativamente a las relaciones bilaterales entre Israel y Noruega, así como a la relevancia de Noruega en la promoción de las relaciones entre Israel y los palestinos”.

Aunque Noruega no es miembro de la UE, participa en la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), que promueve la integración económica con el bloque. Al defender la decisión del etiquetado, Huitfeldt citó a Dinamarca, Finlandia y Suecia como tres Estados miembros de la UE que habían introducido políticas similares en relación con el etiquetado de las exportaciones israelíes.

En noviembre de 2021, Bélgica también introdujo una política de etiquetado para “evitar que los consumidores sean engañados en cuanto al hecho de que el Estado de Israel está presente en los territorios en cuestión como potencia ocupante y no como entidad soberana”. Como resultado de esa decisión, el viceministro de Asuntos Exteriores de Israel canceló una ronda de reuniones con sus homólogos en Bruselas en señal de protesta.

Fuente: Days of Palestine