Ghassan Kanafani fue para muchos el escritor de la resistencia palestina, fue autor de novelas cortas, cuentos, obras de teatro, ensayos políticos y crítica literaria, periodista, activista por los palestinos, dirigente de un partido y, menos conocido por ello, pintor.

Su incursión en este campo data de los años 60. A diferencia de sus textos literarios, en los que la resistencia predomina menos como motivo y más como elemento constitutivo de la creación, sus cuadros buscan un diálogo con algunos cánones de la pintura occidental.

Del mismo modo que opera en su escritura literaria, especialmente en la novela “Lo que nos Queda”, experimentando con recursos narrativos, que tiene como referencia la novela de William Faulkner, El ruido y la furia, también parece que el autor/pintor, por ejemplo, busca un diálogo con el fauvismo de Kandinsky, explorando la belleza de lo cotidiano y la composición del paisaje con colores puros. El expresionismo de August Macke también está presente en esta búsqueda que Kanafani emprende en su experimentalismo.

Al contrario de lo que se podría suponer, Kanafani no busca reproducir sus supuestas matrices (Wassily Kandinsky, Henri Matisse, Paul Klee, August Macke, que realizó series de pinturas en el norte de África), sino que promueve una contraposición de miradas, ya que construye la imagen desde dentro, desde alguien que pertenece a ese universo cultural.

Si el escritor y luchador por la libertad de Palestina, está ya consolidado como una de las principales figuras palestinas, el artista y pintor Ghassan Kanafani está aún por descubrir.