La muestra en Dubai del artista Ramallah Bashar Alhroub mira a su ciudad natal, Jerusalén, como un lugar con múltiples identidades. “Cuando estás en Jerusalén nunca sientes que estás en un solo lugar. Nunca sientes que la ciudad le pertenece a nadie, aunque todos la reclaman como suya”, relató Ramallah.

La nueva exposición del artista se inauguró el 14 de noviembre en la Galería Zawyeh de Dubai y durará hasta el 5 de enero. Llamada “Tracing Boundaries”, el artista se enfoca en Jerusalén como un símbolo religioso, al mismo tiempo que lo ve como un tema de la cultura pop. Traza los límites entre la santidad y la cultura material e invita al visitante a observar una delgada línea entre la espiritualidad y el desorden comercial.

“Jerusalén como ciudad tiene muchas capas, ya sean históricas, religiosas o mitológicas”, explicó. “Todo el mundo trata de crear una nueva historia a su alrededor, y con esta muestra yo también lo hice, de acuerdo a la relación que he construido con la ciudad a lo largo del tiempo. La materialicé a través de objetos de la realidad, así como de lo que imagino cuando camine por la ciudad. En última instancia, es una Jerusalén interior de lo que estoy hablando “, dijo el artista. 

El sentido del lugar es quizás la única constante en la amplia y variada producción artística de Alhroub. A través de diferentes medios, su trabajo evoca constantemente un sentimiento de apego, un sentido de propiedad significativa de ese lugar, que expresa a través de la fotografía, la pintura y las instalaciones.

“El elemento común en todos mis proyectos, todas las cosas diferentes que hago, siempre soy solo yo”, reflexiona sentado en su estudio, rodeado de piezas de instalaciones, grandes lienzos y varias cajas. “Todo proviene de mi experiencia personal. Este es mi enfoque, en lugar de construir un cuerpo de trabajo cohesivo fácil de identificar, o una carrera artística cohesiva como lo haría el sistema del arte”.

La libertad y la expresión sin ataduras son, de hecho, lo que impulsa su producción artística, y todo se remonta a lo que experimenta en su vida diaria. “No quiero quedarme estancado en una sola área, repitiendo siempre el mismo tipo de investigación. Eso me aburre rápidamente. Viajar para residencias, experimentar cosas nuevas, leer, explorar… eso es lo que me enriquece, y considero esta es la verdadera bendición para el artista. Yo diría que mi arte se trata de mi vida diaria”.

Para su nuevo espectáculo en Dubai, que también presenta varios medios diferentes, decidió centrarse en los símbolos de Jerusalén y la historia de la ciudad. “Uno de los símbolos que utilicé fue la Cúpula de la Roca. Su arquitectura es única. Traté de separar la forma de la santidad que se asocia con ella y hacerlo en diferentes colores. La sacralidad del lugar implica que la gente debe ser silenciosa y respetuosa, pero quería cambiar la atmósfera, haciéndola colorida y divertida”.