La artista Taima Salama, de 25 años, se dedicó a ayudar a los ciegos y a crear libros de cuentos para invidentes que se utilizan en las escuelas, con el fin de ayudar a los alumnos a sentir la historia a través de imágenes modeladas.
Taima indicó que “utilicé mi formación en bellas artes y mi capacidad para hacer este tipo de trabajo con el fin de proporcionar un buen contenido a los alumnos ciegos de su escuela afiliada a la Agencia de los Refugiados Palestinos en Medio Oriente (UNRWA) en Gaza”.
Taima explicó a que modelar las imágenes de los cuentos permite a los niños ciegos comprender mejor las historias y compensar las imágenes que no pueden ver, permitiéndoles tocarlas en su lugar.
Las familias de ciegos que acudieron a ver leer a sus hijos expresaron su inmensa felicidad.
Y añade: “El proyecto en el que estoy trabajando plantea muchas preguntas y cuestiones sobre el gusto de los ciegos por las bellas artes, sus impresiones sobre el color, y revela el alcance de su sentido de la belleza artística”.
Salama añade que el proyecto encarna lo que oyen los ciegos, les abre la puerta a usar su imaginación y crea un género artístico innovador y especializado para un grupo que quiere satisfacer su pasión, les motiva a ser creativos y trabaja para dar forma al gusto artístico de la sociedad.