Una soldado israelí fue condenada por agredir a una palestina de 25 años tras estrangularla y agarrarla por el pelo después de arrancarle el pañuelo de la cabeza, a pesar de no presentar amenazas, informó Haaretz.

El Tribunal de Magistrados de Jerusalén declaró que el soldado, Orian Ben Khalifa, no tenía motivos para imponer la fuerza contra Hala Salim, que sufrió contusiones y arañazos como consecuencia del maltrato. Además, cuando Salim fue arrastrada por los pelos a la cárcel para ser retenida, donde pasó la noche, acusó al soldado de llamarla “puta” y de maldecir a su familia.

Según The Jerusalem Post, Orian estaba de servicio para bloquear la entrada de una zona cercana a la Puerta de los Leones de la Ciudad Vieja de Jerusalén, una de las entradas de la mezquita de Al Aqsa, en noviembre de 2021, cuando Salim, su hermano y su madre intentaron pasar.

Orian había negado la entrada a la familia, pero cuando ésta siguió solicitando el acceso, el Tribunal dijo que el soldado había recurrido innecesariamente a la violencia al empujar a Hala sin instigación física previa. El soldado había agarrado a Hala por el pañuelo y el pelo, lo que provocó que se quitara la prenda religiosa.

La juez Joya Skappa-Shapiro consideró que, en lo que comenzó como un altercado verbal, Orian “se apresuró a responder con la fuerza y empujó a la demandante varias veces. No había autoridad para usar la fuerza y los empujones no sólo fueron innecesarios, sino que desencadenaron un incidente violento más grave”.

Un soldado fronterizo israelí en servicio obligatorio que había sido compañero de Orian también declaró en un testimonio que Orian había hecho un uso excesivo de la fuerza, y apoyó el relato de los hechos de Hala.

“La acusada es una mujer joven con ambiciones convencionales, que dedicó una parte significativa de su vida adulta al servicio del Estado y de sus ciudadanos, y que falló y se desvió de la línea del deber durante una actividad operativa en condiciones difíciles y en una zona conflictiva. Aunque estos puntos no la absuelven de culpa, se tendrán en cuenta y se reflejarán en el contexto de la sentencia”, añadió el juez.

En respuesta, el ministro israelí de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, criticó la decisión del juez, afirmando que el veredicto “no es definitivo” y que se pondrá en contacto con la policía para hacer lo que pueda por Orian.

“En cualquier caso, por lo que a mí respecta, el veredicto, que no es definitivo ni concluyente, no es la última palabra en el servicio de la agente en la policía, desde luego cuando fue absuelta de los delitos graves. Estudiaré el veredicto, pediré al comisario de policía y al jefe de la Policía de Fronteras que formulen su posición y entonces se tomará una decisión definitiva respecto a la agente”, declaró.