Las fuerzas de ocupación israelíes distribuyeron órdenes de paralización de obras contra 11 propietarios palestinos del pueblo de Al-Jiftlik, cerca de la ciudad ocupada de Jericó, en Cisjordania.

Según el activista local Ayman Ghareeb, grupos de soldados israelíes irrumpieron en la aldea por la mañana y procedieron a emitir las órdenes de paralización de las obras, que supondrán la demolición de casas construidas entre 1960 y 1975, y de otras que aún están en fase de construcción.

Las autoridades de ocupación israelíes emiten órdenes de demolición y de paralización de las obras de viviendas e instalaciones palestinas en Cisjordania ocupada con el pretexto de que carecen de las licencias de construcción necesarias, explicó Ayman.

Sin embargo, la ocupación rara vez concede tales permisos a los palestinos.

Por tanto, con familias cada vez más numerosas, los palestinos de los Territorios Palestinos Ocupados tienen que ampliar sus viviendas o construir otras nuevas sin permisos. Esto hace que sean objeto de demolición por parte de los israelíes. Cuando se notifica una demolición a los propietarios, se les da la opción de derribar sus casas ellos mismos o pagar a las Fuerzas de Ocupación israelíes para que lo hagan.

Según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, Israel ha demolido 278 viviendas e instalaciones palestinas, la mayoría en la zona C, durante los tres primeros meses de este año.

Mientras se lleva a cabo esta limpieza étnica de los palestinos, más de 600.000 israelíes viven en asentamientos sólo para judíos en el Jerusalén Oriental ocupado y Cisjordania. Todos los asentamientos israelíes se construyen violando el derecho internacional, que los considera crímenes de guerra, al igual que el desplazamiento de ciudadanos a un territorio ocupado.