La gobernación palestina de Jerusalén informó de que agentes de los servicios de inteligencia israelíes se incautaron de los libros de texto en el interior de un automóvil que los entregaba a una de las escuelas privadas que imparten el plan de estudios palestino en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Los agentes detuvieron al conductor y a un miembro del personal de la escuela.
Durante años, Israel ha intentado impedir que los niños palestinos de Jerusalén sigan el plan de estudios palestino, alegando que deben seguir el plan de estudios israelí, que ofrece una visión distorsionada de la ocupación ilegal de sus tierras por parte de Israel.
La Gobernación de Jerusalén denunció la medida como un atentado contra el derecho del pueblo palestino a la educación, y pidió a la comunidad internacional y a las organizaciones de derechos humanos que hicieran frente a estos crímenes racistas.
También hizo un llamamiento al pueblo palestino, especialmente en Jerusalén, para que se enfrente a estos crímenes contra los estudiantes y el currículo nacional palestino y rechace el currículo israelí “falsificado y distorsionado”.