Cientos de colonos israelíes han atacado el pueblo de Kherbat Al-Deir, en el Valle del Jordán ocupado, parte de Cisjordania ocupada.

“Kherbat Al-Deir lleva más de un mes siendo objeto de ataques casi diarios de los colonos”, explicó el activista palestino local Fares Fuqaha. “Los colonos, hasta ahora, han tomado el control de cinco manantiales de la zona utilizados por los agricultores para regar”.

Durante los dos últimos años, los colonos se han hecho con el control de varios manantiales de la zona y han instalado parques de ocio para colonos. A los palestinos se les impide acceder a las fuentes de agua.

Los ataques de colonos armados van en aumento. Los colonos persiguieron a pastores palestinos en la zona de Al-Sakout, por ejemplo, y amenazaron con matarlos si no dejaban de apacentar sus ovejas en la zona. Hoy mismo, colonos ilegales han arrancado decenas de plantones de vid y olivo, han dañado otros cultivos y han destruido una red de riego en la aldea de Husan, al oeste de Belén.

El director del Consejo de la Aldea de Husan, Rami Hamamreh, dijo a la agencia de noticias WAFA que los colonos también arruinaron berenjenas, tomates y pimientos. La red de agua que destruyeron, señaló, se utilizaba para regar las granjas locales, que son objeto de frecuentes ataques por parte de los colonos.

La violencia de los colonos cuenta con el respaldo del ejército de ocupación israelí, cuyos soldados protegen a los colonos. El gobierno de coalición de extrema derecha no hace nada para detener estos ataques.

Todos los asentamientos y colonos israelíes en Cisjordania ocupada y Jerusalén son ilegales según el derecho internacional.