El coordinador especial para el Proceso de Paz en Medio Oriente Tor Wennesland aseguró entre el 8 de diciembre y el 13 de enero, 14 palestinos, entre ellos cinco niños, murieron y 117 palestinos, entre ellos tres mujeres y 18 niños, resultaron heridos por las fuerzas de ocupación israelíes durante manifestaciones, operaciones de registro y detención ilegal.
Además, colonos israelíes perpetraron 63 ataques contra palestinos que causaron 28 heridos, entre ellos seis niños, y daños a propiedades palestinas.
Una elevada proporción de víctimas palestinas se produjo durante operaciones israelíes de registro y detención, incluso en la zona A de Cisjordania ocupada, muchas de las cuales incluyeron intercambios armados, explicó Wennesland.
En total, estas operaciones causaron diez víctimas mortales palestinas, entre ellas tres niños, y 86 heridos, así como lesiones a tres miembros de las fuerzas de seguridad israelíes durante el periodo que abarca el informe.
“Me consterna especialmente que los niños sigan siendo víctimas de la violencia. Los niños nunca deben ser objeto de violencia ni ponerse en peligro”, afirmó tras recordar que “las fuerzas de seguridad deben ejercer la máxima moderación y utilizar la fuerza letal sólo cuando sea estrictamente inevitable para proteger la vida”.
Asentamientos ilegales, demoliciones y confiscaciones
Poco después, explicó que el 2 de enero, el Gobierno israelí comunicó al Tribunal Superior de Justicia su intención de “legalizar” una escuela religiosa, existente en un antiguo asentamiento, construida sobre tierra palestina privada.
“Reitero que todos los asentamientos son ilegales según el derecho internacional y siguen siendo un obstáculo sustancial para la paz”, aseguró Wennesland.
El enviado añadió que las demoliciones y confiscaciones de propiedades palestinas siguen siendo motivo de grave preocupación.
Durante el periodo que abarca el informe, las autoridades israelíes demolieron, confiscaron u obligaron a sus propietarios a demoler 126 estructuras de propiedad palestina en la zona C y siete en Jerusalén Oriental ocupada, desplazando a 127 palestinos, entre ellos 60 niños.