Expertos juristas han afirmado que el ataque israelí a Yenín a principios de mes “constituye sin duda crímenes de guerra” en virtud de los Convenios de Ginebra.

La profesora clínica de la Facultad de Derecho de la Universidad de Boston, Susan Akram, dijo que “no hay duda” de que la invasión de 48 horas de Yenín por parte de Israel, que comenzó el 3 de julio, “constituye crímenes de guerra”.

“Las Convenciones de Ginebra incluyen como crímenes de guerra durante la ocupación los asesinatos deliberados, causar deliberadamente grandes sufrimientos a una población ocupada y la destrucción extensiva de bienes no justificada por necesidades militares”, dijo Akram durante un seminario web celebrado el jueves y organizado por el Arab Center Washington, DC.

“No hay duda de que lo que Israel llevó a cabo en Yenín constituye crímenes de guerra”, añadió.

Los otros participantes en el seminario, Daniel Levy, del US/Middle East Project, y la periodista Dalia Hatuqa, coincidieron en que las acciones de Israel en la Cisjordania ocupada constituyen crímenes de guerra.

El último asalto israelí a Yenín comenzó el 3 de julio, se prolongó durante 48 horas y se saldó con la muerte de 12 palestinos y 100 heridos.

Además, las fuerzas israelíes utilizaron la fuerza aérea con aviones no tripulados y helicópteros de ataque Apache. Además, más de 3.000 palestinos fueron desplazados de sus hogares durante la invasión.

Cientos de soldados israelíes armados y vehículos militares irrumpieron en el campo de refugiados de Yenín y zonas adyacentes en las primeras horas de ese día, bajo la cobertura de helicópteros. El campo quedó en ruinas tras el asalto, con infraestructuras y edificios gravemente dañados, lo que dejó a miles de personas sin acceso a recursos básicos.

Sin embargo, la ocupación israelí ha declarado que las redadas son un intento de acabar con los grupos responsables de ataques contra israelíes.

Pero Susan afirmó que la narrativa israelí no impide que sus acciones sean ilegales según el derecho internacional, señalando que Cisjordania es un territorio ocupado.

“Los ataques de Israel contra una población ocupada son criminales en sí mismos porque la ley de ocupación prohíbe al ocupante utilizar ataques militares contra objetivos civiles en el territorio que ocupa”, afirmó.

Daniel Levy también examinó el aspecto político del asalto en relación con el gobierno israelí y la administración Biden.

Subrayó que la operación de Yenín no era algo nuevo, sino una continuación de la política israelí, con la salvedad de que los asaltos se han hecho más frecuentes.

Dalia Hatuqa habló de la operación militar israelí contra el campo de refugiados de Yenín, describiéndola como la mayor escalada desde la operación a gran escala del ejército en 2002.

Lo chocante, dijo, fue la evidente intención israelí de dañar a civiles e infraestructuras y las escenas de gente abandonando sus hogares, como ocurrió en la Nakba.