Las Fuerzas de Ocupación han impuesto restricciones en las entradas de la Ciudad Vieja de Jerusalén frente a los fieles y han cortado la electricidad mientras los fieles palestinos coreaban consignas de libertad y se negaban a abandonar la mezquita de Al-Aqsa en la tercera noche de las diez últimas del Ramadán.

Desde el comienzo del Ramadán, las fuerzas israelíes han irrumpido diariamente en la mezquita de Al Aqsa por la mañana y tras la oración de Al Tarawih para reprimir a los palestinos y encender una guerra religiosa en la región con motivo de la llamada fiesta judía de Pascua.

Mientras tanto, los palestinos de la Jerusalén ocupada siguen llamando a movilizarse en Al-Aqsa para hacer frente a las incursiones de los colonos israelíes, que han aumentado durante el mes sagrado del Ramadán.