Las fuerzas de ocupación israelíes mantuvieron el bloqueo de Jericó, ciudad bajo ocupación israelí en Cisjordania, por sexto día consecutivo, según fuentes locales y de seguridad.

Se informó de que las fuerzas de ocupación israelíes habían colocado puestos de control y bloques de cemento en las entradas principales y secundarias de la ciudad, deteniendo todos los autos e inspeccionando cuidadosamente todos los coches que salían de la ciudad, así como los documentos de identidad de los pasajeros.

Las fuerzas de ocupación se dirigieron al campo de refugiados de Aqabat Jaber, al suroeste de la ciudad. Al llegar, lanzaron gas lacrimógeno contra los jóvenes palestinos que se encontraban en la entrada, pero no hubo víctimas.

Las personas que residen en Jordania o están de visita en el país, y deben pasar por Jericó de camino al puente de Karama, se han quejado de tener que esperar mucho tiempo y ser sometidas a exhaustivos registros en los puestos de control militar que bloquean los puntos de entrada a la ciudad.

Los palestinos han expresado su indignación por la supuesta decisión israelí de imponer un castigo colectivo a toda la comunidad de Jericó tras el ataque. Esto ha tenido un impacto significativo en la economía de la ciudad, especialmente durante la temporada alta, ya que Jericó es un destino popular para los viajeros nacionales e internacionales debido a su suave clima invernal y su paisaje pintoresco.