Las autoridades de ocupación israelíes han pedido a una familia palestina expulsada de su casa en la Jerusalén ocupada que pague por su desalojo, ha informado Haaretz. Los miembros de la familia Sub Laban fueron desalojados por la fuerza el mes pasado de la casa en la que vivían desde hacía 70 años. La casa, situada en Aqabat Al-Jaldia, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, fue entregada por las autoridades de ocupación a colonos judíos ilegales.

Según Noura Sub Laban, la orden de pago israelí incluye 4.610 dólares para pagar a la policía israelí por las 160 horas de trabajo empleadas para desalojar a la familia. Además, se ordenó a la familia pagar 4.600 dólares a una empresa privada que desalojó la casa, y 3.500 dólares por gastos legales.

Israel también ha impuesto restricciones a los miembros de la familia hasta que paguen estos cargos. Entre ellas figuran la prohibición de viajar y la confiscación de sus bienes, incluidos vehículos y propiedades inmobiliarias, en caso de que no paguen la multa sin demora.

La familia fue desalojada por las fuerzas de ocupación y los colonos israelíes el 11 de julio, tras dictarse una orden judicial. En ella se especificaba que la familia debía ser expulsada de su hogar para que los colonos judíos pudieran instalarse en él.

La sociedad civil palestina y grupos de defensa de los derechos hicieron pública en junio una declaración en la que condenaban los esfuerzos de Israel por desplazar a la familia.

“Este traslado forzoso constituye tanto un crimen de guerra como un crimen contra la humanidad en virtud del Estatuto de Roma”, señalaron.”Las continuas expulsiones de palestinos son el resultado del fracaso deliberado de la comunidad internacional y de su falta de voluntad para tomar medidas efectivas y significativas que pongan fin a la ocupación ilegal de Israel y a su régimen de apartheid colonial de colonos”.

Los grupos pidieron embargos de armas, sanciones económicas y contramedidas contra Israel, así como sanciones individuales selectivas contra las organizaciones de colonos israelíes.Todos los colonos israelíes y los asentamientos en los que viven en tierras palestinas robadas son ilegales según el derecho internacional.

La familia Ghaith-Sub Laban lleva alquilando su casa desde 1953, cuando la mitad oriental de Jerusalén, incluida la Ciudad Vieja, estaba bajo administración jordana.Se les concedieron derechos de arrendamiento protegidos, pero se han enfrentado a una costosa batalla legal de 45 años en los tribunales israelíes contra organizaciones de colonos respaldadas por el gobierno que querían desplazarlos.