Las tensiones sobre el terreno en el territorio palestino ocupado por Israel se dirigen hacia un estallido a gran escala este Ramadán, según afirman los analistas, ya que los residentes de la asediada Franja de Gaza temen una nueva guerra.

“Estamos avanzando gradualmente hacia una escalada, las condiciones están maduras para una explosión”, dijo el analista político Mazen Jaabari, con sede en Jerusalén, a Al Jazeera.

El año pasado, la escalada de tensiones en torno a la expulsión de familias palestinas de sus hogares en Jerusalén fue el catalizador de amplias protestas palestinas en todo Israel y en los territorios palestinos ocupados.

Las incursiones de las fuerzas de seguridad israelíes en la mezquita de Al Aqsa durante el mes sagrado del Ramadán agudizaron aún más las tensiones y, cuatro días después, comenzó un ataque israelí de 11 días de duración contra Gaza, aparentemente en respuesta a los cohetes lanzados por Hamas hacia Israel.

La escalada puede venir de diferentes lugares
Desde entonces, varios acontecimientos han aumentado la probabilidad de otro enfrentamiento palestino con Israel.

Mezquita de Al Aqsa y Puerta de Damasco

Las tensiones también han aumentado en Jerusalén Oriental ocupada, donde las fuerzas israelíes han llevado a cabo asaltos y detenciones nocturnas de palestinos, y los colonos israelíes han entrado en el recinto de la mezquita de Al Aqsa, a pesar de las restricciones.

En la Ciudad Vieja de Jerusalén, los recientes llamamientos de grupos de colonos israelíes para asaltar el recinto de la mezquita de Al Aqsa y realizar allí el sacrificio de la Pascua el 15 de abril son considerados por muchos palestinos como una prueba de los nuevos intentos israelíes de cambiar el delicado statu quo del lugar sagrado.

El analista político afincado en Jerusalén, Nasser Al Hidmi, afirmó que si se celebrara dicho sacrificio en el recinto, que sería la primera vez que se realiza desde la antigüedad, “provocaría una explosión”.

La oficina del primer ministro israelí ha negado que se vaya a celebrar ningún sacrificio de Pascua en Al Aqsa.

En la plaza de la Puerta de Damasco de la Ciudad Vieja, las fuerzas israelíes, incluidas las unidades encubiertas, agreden y detienen a diario a los residentes palestinos, con al menos 40 personas, entre ellas menores, detenidas desde el comienzo del Ramadan, el 2 de abril. Unos 3.000 policías israelíes se desplegaron en la ciudad el primer viernes de Ramadan.

Al Hidmi describió los acontecimientos sobre el terreno como una “lucha continua por el control y el espacio entre la ocupación israelí y los palestinos”, que “estalla durante las ocasiones religiosas”.

Con la coalición gubernamental israelí tambaleándose, necesita apuntalar el apoyo para garantizar que no caiga.

“El gobierno está ahora en una posición débil y su coalición podría no perdurar”, dijo Jaabari. “Israel intentará demostrar a sus ciudadanos que puede aportarles seguridad, sobre todo individual, para que los israelíes puedan ir donde quieran, cuando quieran, sin sentir miedo, ya que han perdido este sentimiento”.

“Desde el primer día en la Puerta de Damasco, han golpeado a los residentes, los han provocado, los han detenido y los han humillado. Ellos (Israel)quieren seguir con sus políticas y los pasos que están dando, pero no quieren ningún tipo de respuesta de los palestinos”, añadió Jaabari.

Gaza teme otro ataque 

Los habitantes de la Franja de Gaza afirman que, independientemente de dónde se produzcan los posibles enfrentamientos, creen que serán ellos los que paguen el precio más alto.

Durante el bombardeo israelí de mayo de 2021, murieron al menos 260 palestinos, entre ellos 39 mujeres y 67 niños, y más de 1.900 personas resultaron heridas. Unas 1.800 viviendas fueron demolidas y al menos otras 14.300 sufrieron graves daños.

Buthaina Al Qamo, de 48 años y madre de cinco hijos, dice que teme una nueva guerra israelí contra Gaza en este Ramadán.

Su marido murió en un ataque aéreo israelí que tuvo como objetivo su edificio residencial y otro cercano el 16 de mayo de 2021. En total, 45 palestinos murieron en ese ataque, incluidos 18 niños y 12 mujeres.

Al Qamo, junto con sus dos hijos, permanecieron bajo los escombros durante seis horas y fueron hospitalizados cuando los sacaron.

“Los sucesos que se producen durante el Ramadán siempre nos devuelven a los recuerdos de la guerra, de los que aún no nos hemos recuperado”, declaró Al Qamo a Al Jazeera. “Nos hemos vuelto temerosos de la llegada del Ramadán, aunque sea un mes bendito y querido para nosotros”.

Muath Soboh, residente de 31 años en Gaza, dijo que una próxima guerra no sería “nada nuevo para la gente de Gaza”.

La madre de Soboh, de 57 años, y su hermano de 19, que padece parálisis cerebral, murieron en ataques aéreos israelíes contra su edificio de apartamentos en el campo de refugiados de Shati el 11 de mayo de 2021.

Su padre murió en un bombardeo israelí sobre Gaza en 2003.

“He perdido a las personas más valiosas de mi vida, mi madre y mi hermano, y nuestro hogar. No queda nada por lo que llorar, como todas las familias de la Franja de Gaza”, dijo Soboh a Al Jazeera.

“Nadie desea la guerra, pero la ocupación israelí continúa sus violaciones contra nuestro pueblo en Jerusalén y Cisjordania”, añadió Soboh. “Gaza es una parte de Palestina y siempre paga el precio más alto”.

Fuente: Al Jazeera