Los legisladores israelíes están impulsando un nuevo proyecto de ley que castigaría hasta con un año de cárcel ondear la bandera palestina.

El proyecto de ley está respaldado por miembros del partido de extrema derecha Poder Judío y establece que tres o más personas ondeando la bandera de una “entidad hostil” se considerará una reunión prohibida y, por tanto, punible.

La Knesset israelí ya ha votado su aprobación en una lectura preliminar del proyecto de ley y necesitará tres votos más para ser aprobado.

“Como democracia, Israel permite a sus ciudadanos protestar contra las decisiones en las que no están de acuerdo con las autoridades”, reza la explicación del proyecto de ley, según Haaretz.

“Pero la propuesta traza una línea roja entre la protesta legítima y aquella en la que hay banderas de quienes no reconocen al Estado de Israel, de quienes no son amistosos con él o no permiten a Israel izar su bandera en su territorio”.

Desde su llegada al poder a principios de año, el gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha introducido una serie de leyes destinadas a apaciguar a la extrema derecha israelí.

La legislación destinada a restringir el poder del poder judicial ya ha desencadenado meses de protestas en todo el país.

El jueves por la mañana, colonos y políticos israelíes irrumpieron en la mezquita de Al Aqsa antes de que miles de personas salieran a las calles de Jerusalén para participar en la marcha ultranacionalista anual.

Los agentes de seguridad desalojaron la sala de oración Qibli de fieles palestinos tras la oración del alba del Fajr, según los medios de comunicación palestinos.

Después, a las 7 de la mañana hora local, se abrió la puerta marroquí (Bab al-Magharib) de los patios de Al-Aqsa y cientos de colonos irrumpieron en el lugar sagrado.

Varios legisladores se encontraban entre sus filas, entre ellos el ministro de Desarrollo del Néguev y Galilea, Yitzhak Wasserlauf, perteneciente al partido Poder Judío.

También participaron tres diputados del partido Likud de Netanyahu, Dan Illouz, Amit Halevi y Ariel Kallner.

Aunque muchos judíos creen que está prohibido pararse sobre ella, y el acuerdo de statu quo establece que también debe evitarse la oración judía, los israelíes de extrema derecha, en su mayoría colonos, han burlado cada vez más estas normas con el respaldo de las fuerzas israelíes.