El Tribunal de Distrito israelí de Beersheba rechazó un recurso para eliminar la clasificación de “terrorismo” bajo la que está recluido el preso palestino Ahmad Manasra, a pesar de que fue detenido a los 13 años de manera brutal, interrogado violentamente sin la presencia de un adulto o un abogado y luego encarcelado sin haber cometido ningún delito.

Israel ha mantenido la clasificación de Manasra como detenido por “terrorismo”, lo que significa que su equipo de defensa no puede solicitar la liberación anticipada ahora que ha cumplido dos tercios de su condena, según el Club de Prisioneros Palestinos.

En agosto, el Tribunal de Distrito de Beersheba prorrogó el aislamiento de Ahmad durante otros seis meses, a pesar del deterioro de su enfermedad mental.

En 2015, Ahmad, que entonces tenía 13 años, y su primo de 15 fueron acusados de apuñalar a dos israelíes en el asentamiento de Pisgat Ze’ev, en la Cisjordania ocupada.

Su primo murió a tiros en el lugar de los hechos, mientras que Ahmad fue atropellado por un coche y sufrió graves heridas en la cabeza mientras una multitud israelí se mofaba de él.

Tras su detención, las imágenes de vídeo, ampliamente difundidas en las redes sociales, mostraban a un joven y angustiado Ahmad siendo tratado con dureza e interrogado severamente sin la presencia de sus padres o de su representante legal.

Una vez cumplidos los 14 años, en 2016, Ahmad fue declarado culpable de tentativa de asesinato y condenado a 12 años de prisión, aunque la ley de la época en la que supuestamente se cometió el delito, en 2015, no permitía el encarcelamiento de menores de 14 años.

La sentencia se redujo posteriormente a nueve años y medio. Al parecer, su estado mental se ha ido deteriorando de forma constante, posiblemente debido a las duras condiciones de su detención, los recurrentes casos de aislamiento y el hecho de estar recluido en régimen de aislamiento.

A pesar del agravamiento de las condiciones de salud mental de Ahmad, las autoridades israelíes han rechazado las peticiones de sus abogados para su pronta liberación.
Los informes médicos indican que Ahmad padece esquizofrenia, lo que confirma el devastador impacto del duro trato al que fue sometido a una edad temprana.

Fuente: Middle East Monitor