El Comisionado General de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), Philip Lazzarini, dijo  que “no hay planes para delegar las tareas del UNRWA en otras partes, pero el organismo se enfrenta a una crisis para obtener sus necesidades”.

En una conferencia de prensa conjunta con el jefe del Comité de Diálogo Libanés-Palestino, Lazzarini señaló que “la UNRWA está tratando en lo posible de mantener los servicios básicos que proporciona a los refugiados palestinos”, y añadió que más del 80% de los refugiados palestinos en Líbano viven por debajo del umbral de la pobreza.

El comisionado general subrayó la necesidad de “trabajar con perseverancia para que la Agencia no llegue al punto de verse obligada a suspender sus operaciones”.

El martes, Lazzarini dijo al Comité Consultivo de la UNRWA durante su reunión en Beirut que la UNRWA y su alta dirección están sujetos a tres fuentes de presión aguda: la falta de financiación suficiente de los estados miembros para implementar el mandato de la Asamblea General, las demandas de algunos donantes para modificar las operaciones de la organización y los países de acogida y los refugiados de Palestina que ven cualquier cambio en las operaciones de dicha agencia como un paso hacia la violación de los derechos de los refugiados y la destrucción de la UNRWA.

Lazzarini subrayó que este es un periodo muy difícil para la UNRWA y muy doloroso para los refugiados de Palestina, advirtiendo que los retos financieros a los que se enfrenta la UNRWA pueden llevar a una lenta erosión o a la detención de la calidad de sus servicios.

El martes comenzó en Beirut una reunión de dos días del Comité Asesor de la UNRWA en la que participaron representantes de 28 estados donantes, además de tres observadores: Palestina, la Liga Árabe y la Unión Europea.

Fuente: Monitor de Oriente