El gobierno de ocupación presidido por Benjamin Netanyahu prepara un “plan sin precedentes para asentarse en Cisjordania”.

“El gobierno está preparando un plan sin precedentes para asentarse en Judea y Samaria (Cisjordania), y dará pasos importantes para legitimar y aumentar los asentamientos judíos allí”, afirmó el periódico israelí “Israel Hayom”.

Según el periódico, lo más importante del plan del gobierno de ocupación es “la aprobación de miles de planes para construir asentamientos israelíes, anexionar tierras palestinas y eliminar la Administración Civil del Ministerio de Seguridad”.

“Se espera que el Consejo Supremo de Planificación y Construcción de Judea y Samaria apruebe 18.000 nuevas viviendas (de asentamientos) en los próximos meses”, añade.

Según el periódico, el plan incluirá la finalización de proyectos de asentamientos suspendidos por el anterior gobierno israelí.

La ocupación agrava el aislamiento de los palestinos en Cisjordania, ya que la organización internacional de derechos humanos Human Rights Watch publicó un informe en el que hablaba de las restricciones de la ocupación israelí a la entrada de extranjeros en Cisjordania.

El informe añadía que la ocupación israelí siempre ha dificultado a los extranjeros la enseñanza, el estudio, el voluntariado, el trabajo o la vida en Cisjordania, y señalaba que la nueva normativa israelí “legaliza y endurece las restricciones impuestas desde hace mucho tiempo.”

“Israel está haciendo más difícil pasar tiempo en Cisjordania, por lo que está tomando más medidas para que Cisjordania sea como Gaza, donde 2,4 millones de palestinos viven efectivamente aislados del mundo exterior desde hace más de 15 años”.

Observó que esta política “estaba diseñada para debilitar las relaciones sociales, culturales e intelectuales que los palestinos intentan mantener con el mundo exterior.”

“El ejército de ocupación no tiene derecho a determinar los académicos cualificados para enseñar en las universidades palestinas, ni a impedir que los activistas de derechos humanos interactúen con la población ocupada, ni a dispersar cruelmente a las familias”, subrayaba el informe.

El informe concluye que “esta política israelí en Cisjordania profundiza la separación entre los palestinos de las distintas regiones y refuerza el control sobre la vida de los palestinos”.