Naciones Unidas indicó, según sus informaciones, que la periodista de televisión Shireen Abu Akleh murió por un disparo de las fuerzas israelíes el pasado 11 de mayo. La investigación de la oficina que dirige la alta comisionada Michelle Bachelet, ha utilizado información proveniente de ambas partes y determina que, entre otras cosas, no muestran que hubiera actividad armada de grupos palestinos en el lugar del crimen.

“Todas las informaciones que hemos recabado -incluyendo las del ejército israelí y del fiscal general palestino- corroboran que los disparos que mataron a Abu Akleh y que hirieron a su colega Ali Sammoudi provenían de las fuerzas de seguridad israelíes y no de tiroteos indiscriminados de palestinos armados”, indicó en Ginebra la portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani.

Abu Akleh, según el informe final de la oficina, llegó junto a otros seis periodistas a la entrada oeste del campo de refugiados de Jenín, en la Cisjordania ocupada, para cubrir una redada de las fuerzas de seguridad de Israel, que había degenerado en enfrentamientos violentos entre palestinos y soldados israelíes.

“Es profundamente preocupante que las autoridades israelíes no hayan llevado a cabo una investigación criminal”, lamentó la portavoz. Funcionarios israelíes y palestinos se han lanzado mutuamente recriminaciones por el incidente, que ha aumentado las tensiones en la región. Israel había venido negando que ningún soldado israelí hubiera “atacado a la periodista”.

La portavoz Shamdasani recordó que desde principios de año la oficina de la alta comisionada Bachelet ha verificado el asesinato de 58 palestinos, entre ellos 13 niños, por parte de las fuerzas de seguridad israelíes en Cisjordania.

Fuente: Deutsche Welle