Palestina criticó que la comunidad internacional no haya protestado enérgicamente contra lo que calificó de limpieza étnica de Israel en Jerusalén Oriental ocupada.
En un comunicado, el ministerio de Asuntos Exteriores acusó a Israel de intentar “vaciar Jerusalén y sus alrededores de la presencia palestina”.
El martes, la policía israelí desalojó por la fuerza a una familia palestina de su casa en Aqbat Al-Jalidiya, en la Ciudad Vieja de Jerusalén Este ocupada, y permitió la entrada de colonos en la vivienda.
El desalojo se produjo tras una orden de las autoridades judiciales israelíes para que la familia Sub Laban desalojara su casa en favor de los colonos. La decisión del tribunal se basó en las alegaciones de grupos de colonos de que la casa había sido propiedad judía antes de 1948.
La familia palestina vive en la casa desde 1953.
Las reacciones internacionales “no están a la altura del sufrimiento, el dolor y la injusticia a los que está sometido el pueblo palestino, ni del atroz crimen al que fue sometida esta familia, que equivale a un crimen contra la humanidad”, declaró el Ministerio.
Estas reacciones “reflejan un injusto doble rasero internacional en el tratamiento del derecho internacional, los derechos humanos y la legitimidad internacional, y reflejan la ausencia de voluntad internacional para adoptar las medidas prácticas necesarias para obligar al Estado ocupante a poner fin a todas sus medidas unilaterales ilegales”, añadió.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, 218 hogares palestinos de Jerusalén Este se enfrentan a la amenaza de desalojo.
Israel ocupó Jerusalén Este, junto con toda Cisjordania, durante la Guerra de 1967. Se anexionó formalmente la ciudad en 1980, en una medida nunca reconocida por la comunidad internacional.