El primer ministro Mohammad Shtayyeh declaró que los horribles crímenes que sigue cometiendo la ocupación israelí son el resultado natural de la ausencia de justicia y de la sensación de impunidad de los autores.

El primer ministro condenó el crimen cometido por la ocupación israelí en Nablus al amanecer, que acabó con la vida de tres jóvenes: Jihad Mohammad Shami, de 24 años, Udai Othman Shami, de 22, y Mohammad Raed Dabek, de 18.