El Ministerio de Relaciones Exteriores palestino hizo un llamado a Estados Unidos y la comunidad internacional para obligar a Israel a cumplir sus compromisos y “detener las violaciones de los lugares sagrados de Jerusalén, incluida la mezquita de Al-Aqsa, antes de que sea demasiado tarde.”

El ministerio calificó el asalto israelí a los fieles en el interior de Al-Aqsa de “grave escalada” y responsabilizó plenamente a Tel Aviv de sus consecuencias.

Las tensiones se han disparado en Cisjordania ocupada en los últimos meses debido a las repetidas incursiones israelíes en ciudades palestinas.

Casi 90 palestinos han sido asesinados por fuego israelí desde principios de año, según cifras palestinas. Catorce israelíes han muerto también en otros ataques durante el mismo periodo.

Para los musulmanes, Al-Aqsa representa el tercer lugar más sagrado del mundo. Los judíos, por su parte, llaman a la zona Monte del Templo, afirmando que fue el emplazamiento de dos templos judíos en la antigüedad.

Israel ocupó Jerusalén Este, donde se encuentra Al-Aqsa, durante la guerra árabe-israelí de 1967. Se anexionó toda la ciudad en 1980, en una medida nunca reconocida por la comunidad internacional.