Palestina solicitó a la comunidad internacional presionar al Ejecutivo israelí entrante, encabezado nuevamente por Benjamín Netanyahu, para que no aplique parte de sus compromisos políticos sobre el terreno para no dañar la solución de dos estados.

El Ministerio de Relaciones Exteriores palestino ha alertado del peligro de la aplicación de algunos compromisos alcanzados por Netanyahu con sus socios de coalición, entre los que figuran varios partidos ultraderechistas y ultraortodoxos.

Así, ha reclamado “medidas prácticas y disuasorias” contra el “acoso” por parte de “la extrema derecha” contra el pueblo palestino, al tiempo que ha dicho que Netanyahu es “directa y personalmente responsable” de las “repercusiones” de la aplicación de dichos compromisos políticos.

En este sentido, ha reseñado que estas políticas “irían a expensas de los derechos justos y legítimos del pueblo palestino” y ha apuntado que estos compromisos suponen “una violación flagrante de todas las ‘líneas rojas'” y “una cancelación de las fronteras en 1967”.

En el marco de los acuerdos para ensamblar la nueva coalición, considerada la más derechista en la historia de Israel, Netanyahu ha entregado ciertas competencias sobre Cisjordania a sus socios que amenazan incluso con una posible anexión de territorios, según algunos críticos.

La coalición liderada por el Likud de Netanyahu incluye a los partidos ultraderechistas y ultraortodoxos Otzma Yehudit, Sionismo Religioso, Noam, Shas y Judaísmo Unido de la Torá. En total, estas formaciones controlan 64 de los 120 escaños de la Knesset, el Parlamento israelí.
Fuente: Europapress