El prisionero palestino Ahmed Badr Abdullah Abu Ali (48 años) de la ciudad de Yatta, al sur de Hebrón, murió la madrugada en el Hospital Soroka, como resultado de una negligencia médica deliberada por parte de las autoridades carcelarias de la ocupaciòn.

Abu Ali fue detenido desde 2012, y cumplía una condena a 12 años de prisión.

Abu Ali es padre de nueve hijos, y quedan unos dos años para la fecha de su puesta en libertad. A lo largo de estos años, ha padecido varias enfermedades, problemas crónicos de salud cardíaca, diabetes y otros.

A su sufrimiento se ha sumado la deliberada dilación de la administración penitenciaria a la hora de proporcionarle el tratamiento necesario, de realizarle reconocimientos médicos y de vigilar su estado de salud, hasta llevarle hoy a la muerte.

El mártir palestino Abu Ali es el único hermano de siete hermanas, que durante su encarcelamiento murieron sus padres y se vio privado de encontrar el último adiós.

El Club de Prisioneros responsabilizó plenamente a las autoridades de ocupación israelíes de su martirio, y de las condiciones actuales de todos los prisioneros palestinos enfermos dentro de las cárceles israelíes, así como de los heridos, considerando que lo ocurrido con el prisionero Abu Ali es un crimen.

Además de la larga lista de crímenes inconclusos que la ocupación lleva a cabo con herramientas sistemáticas a diario, el crimen israelí de negligencia médica es la más destacada y peligrosa de estas herramientas, y fue la razón central del martirio de muchos prisioneros durante los últimos años.