Visitar el pueblo de Burqin es una experiencia maravillosa, con muchas cosas de interés para visitantes de todo tipo, vengan de cerca o de lejos. Es el lugar donde se dice que Jesús curó a los diez leprosos que vivían aislados, y alberga la Iglesia de San Jorge, considerada una de las más antiguas del mundo. Aunque la Iglesia es la principal atracción del pueblo, no es el único lugar de interés: el pueblo también es famoso por sus edificios históricos en torno al Palacio Jarrar, que datan de la época otomana.
De hecho, la aldea se menciona en las Cartas de Amarna, que son un archivo de correspondencia diplomática entre la antigua administración egipcia y sus representantes en Canaán y Amurru, compuesto entre 1360 y 1332 a.C.. Se la identifica como una de las varias ciudades conquistadas por los cananeos por su situación estratégica.
En la actualidad, Burqin es un pueblo palestino de Cisjordania, situado a 3 km de la ciudad de Yenín y con unos 8.000 habitantes. La gran mayoría son musulmanes, y sólo quedan unos 70 cristianos, que emigraron debido a situaciones sociales y económicas difíciles. Sin embargo, ambas comunidades conviven en armonía, simbolizando una cultura de tolerancia y diversidad.
Las pintorescas y sinuosas calles de Burqin albergan varias pequeñas tiendas, mientras que las vistas del norte de Cisjordania desde su elevada ubicación (270 metros sobre el nivel del mar) son a veces impresionantes. El pueblo ocupa una superficie de 40.000 acres y es famoso por sus tierras de cultivo. En ellas se producen unas 800 toneladas de aceite de oliva al año.
Ya sea disfrutando del ambiente de la cosecha de aceitunas o simplemente pasando por su impresionante paisaje, los visitantes apreciarán por qué Burqin es una etapa importante en la Ruta del Patrimonio Palestino. Situado entre Rummana, al norte, y Arraba, al sur, es un lugar para practicar senderismo, disfrutar de la belleza natural y explorar aspectos culturales como sus técnicas agrícolas tradicionales.