Los lazos entre Chile y Palestina son centenarios, pero existe un hecho curioso, nuestro país, junto a otros donaron diversos recursos, para que la iglesia ubicada en Getsemaní, Jerusalén sea construida en los cimientos de dos templos anteriores, una basílica bizantina del siglo IV, destruida por un terremoto en el año 746 y una capilla cruzada del siglo XII, abandonada en 1345.

Es así como, junto a nuestro país, también aportaron fondos Argentina, Brasil, México, Italia, Francia, España, Inglaterra, Bélgica, Canadá, Alemania y Estados Unidos, y dado esta colaboración el templo se llama la Iglesia de Todas las Naciones.

La iglesia cubierta de mosaicos construida en 1924 por el arquitecto Antonio Barluzzi, posee en su interior la Roca de la Agonía considerada por algunos como el lugar donde Jesús lloró y oró por la ciudad de Jerusalén.

En los techos de la construcción aparecen en unos mosaicos los escudos y banderas de las naciones aportantes, entre ellos el de Chile. El frontis es de estilo neobizantino, con una serie de pilares, un mosaico mostrando simbólicamente a Jesucristo como enlace entre Dios y la humanidad. El techo en forma de burbujas, los pilares anchos y el mosaico refuerzan la apariencia arquitectónica bizantina de la iglesia.

Junto a la basílica se encuentran algunos de los olivos antiguos que estuvieron ahí en los tiempos de Jesús, la extensión de éste jardín es de alrededor unos 1200 metros cuadrados y está protegido por una valla que no permite a los visitantes tocar los olivos centenarios.