El ministerio de Salud de Palestina informó que un terrorista israelí proveniente del asentamiento ilegal de Teneh Omrim asesinó a un palestino cerca del pueblo de Ad Dhahiriya, cercano a la ciudad de Hebrón.

El hombre asesinado, según los medios de comunicación israelíes, murió tras supuestamente infiltrarse en el asentamiento colonial e intentar llevar a cabo un ataque con arma blanca, aunque no se informó de víctimas israelíes.

En Hebrón hay 22 asentamientos coloniales israelíes, además de 15 puestos de avanzada coloniales y cuatro asentamientos industriales. Unos 21.000 colonos viven en estos asentamientos coloniales, violando el derecho internacional.

Las circunstancias que rodearon el presunto intento de apuñalamiento siguen sin estar claras y se basan en gran medida en la versión israelí de los hechos.

Israel ha sido criticado por su uso reflexivo de la fuerza letal y las “ejecuciones extrajudiciales” cuando los presuntos atacantes palestinos ya no suponen una amenaza inmediata. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) afirmó que las circunstancias que rodean a estos asesinatos en los últimos meses siguen siendo controvertidas.

Las imágenes de vídeo de supuestos ataques similares parecen desmentir las afirmaciones militares israelíes, pues muestran que los presuntos atacantes palestinos ni siquiera intentaron llevar a cabo ningún ataque. Algunas imágenes mostraban a las fuerzas israelíes manipulando la escena del crimen tras esos asesinatos.

Los homicidios de palestinos, además de otras medidas israelíes adoptadas con el pretexto de la seguridad, pretenden afianzar la ocupación militar israelí de Cisjordania, que dura ya 55 años, y su proyecto colonial de colonos, que impone con violencia habitual y a menudo mortal contra los palestinos.