Desde principios de julio de 2023, trece familias palestinas compuestas por 84 personas (44 niños y 40 adultos) se han visto desplazadas de Masafer Yatta, alegando como principal motivo el aumento de las restricciones de circulación impuestas por las fuerzas israelíes, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCAH) en los Territorios Palestinos Ocupados.

Situadas en el sur de Cisjordania, las 13 comunidades de Masafer Yatta albergaban hasta hace poco 215 hogares palestinos, que sumaban unas 1.150 personas. La zona se encuentra dentro del 18% de Cisjordania declarado por las autoridades israelíes “zona de tiro” y destinado a entrenamiento militar. Las personas desplazadas en los últimos tres meses representan aproximadamente el 7 por ciento de la población.

A lo largo de los años, y cada vez más desde mayo de 2022, las autoridades israelíes han impuesto restricciones de circulación, confiscado propiedades, demolido viviendas y llevado a cabo entrenamientos militares en Masafer Yatta. Conjuntamente, estas prácticas han generado un entorno coercitivo que ha presionado a los residentes para que se marchen, dijo la OCHA.

En los últimos tres meses, las restricciones de movimiento se han intensificado aún más. Operando desde una base militar recién establecida, las fuerzas israelíes patrullan ahora la zona con mayor frecuencia, restringiendo aún más la circulación de la población y su acceso a los mercados y los servicios básicos, así como el envío de forraje y otros insumos para el ganado, de los que dependen la mayoría de las familias. Además, han confiscado vehículos utilizados por los residentes.

Dos escuelas de la zona informan de que 24 estudiantes han abandonado los estudios este año, entre ellos alumnos cuyas familias se han marchado en medio de este entorno coercitivo, y otros que temen la inseguridad del viaje a la escuela. En un incidente, ocurrido en septiembre, las fuerzas israelíes detuvieron a profesores que se dirigían al trabajo y amenazaron con confiscarles el vehículo si volvían a utilizarlo.

Desde marzo de 2023, una de las comunidades de Masafer Yatta, Khirbet Bir Al ‘Idd, permanece vacía, tras el desplazamiento de las dos últimas familias. En ese caso, los miembros de las familias citaron el aumento de la violencia de los colonos como principal motivo para marcharse. Ahora es una de las cuatro comunidades palestinas que han quedado completamente vacías en toda Cisjordania desde 2022.

Las organizaciones humanitarias y los donantes han estado prestando asistencia a las comunidades de Masafer Yatta para satisfacer sus necesidades básicas. Sin embargo, a lo largo de los años, las autoridades israelíes han obstaculizado estos esfuerzos emitiendo órdenes de demolición o de “paralización de las obras”, confiscando vehículos y equipos y restringiendo el acceso físico a las tierras y la entrada de trabajadores humanitarios. Un proyecto de refugios de emergencia iniciado en mayo de 2023 ha tenido que detenerse tras la confiscación de materiales de rehabilitación por parte de las autoridades israelíes.

El traslado forzoso de civiles desde el territorio palestino ocupado o dentro de él está prohibido por el derecho internacional humanitario, señaló la OCHA, que añadió que Naciones Unidas ha pedido a las autoridades israelíes que pongan fin a todas las medidas coercitivas, incluidas las restricciones de movimiento, los desalojos planificados, las demoliciones y el entrenamiento militar en zonas residenciales.