El Tribunal Supremo israelí aprobó la demolición punitiva de la casa familiar de un niño palestino de 13 años que ha pasado los últimos seis meses en prisión administrativa, sin cargos ni juicio.

En febrero de 2023, Mohammed Zalabani apuñaló a un agente de la policía fronteriza israelí que se encontraba en un autobús en un puesto de control del campo de refugiados de Shuafat, en Jerusalén ocupada. Fue arrestado, pero momentos después un guardia de seguridad privado israelí mató accidentalmente al agente de un disparo.

A pesar de que la autopsia confirmó que fueron los disparos los que mataron al agente de policía fronterizo, Mohammed Zalabani fue acusado de su asesinato y ahora está a la espera de juicio en un centro de menores.

Tras el incidente, el ejército de ocupación israelí ordenó la demolición punitiva del apartamento del tercer piso de Shuafat donde viven los padres y los tres hermanos de Mohammed Zalabani, uno de los cuales es sólo un niño de corta edad.