El investigador y artista palestino, quien vive en Ciudad Vieja, preserva el folclore local rescatando las historias de carácter fantástico e imaginativo de los propios palestinos.

Ahmad Nabil, investigador y artista palestino, recorre la Ciudad Vieja de Jerusalén buscando historias que hablen de recuerdos sobrenaturales que hayan vivido los propietarios y residentes de las tiendas palestinas. El asombroso atisbo de un fantasma, las visitas de los genios “justos” de Jerusalén (los espíritus virtuosos), los cuentos populares y las experiencias surrealistas, son su motivación.

Una de sus más recientes historias “rescatadas” trata sobre el recuerdo de un hombre mayor, al cual Nabil describe como intelectual, quien le contó que cuando tenía unos ocho años, quería salir a jugar. En el momento en que abrió la puerta vio tres figuras blancas con una especie de capa blanca. No tenían rostro y no podía ver sus rasgos. Flotaban y no tenían manos.

Ese avistamiento lo petrificó, pero lo pusieron en un trance que le quitó el miedo. En otra ocasión, vio a uno de ellos sacando de la casa a su hermanito de seis meses. Al día siguiente, murió su hermanito.

Durante la reciente renovación de su casa, que Nabil cree que es de la era mameluca [del sultanato mameluco de los siglos XIII-XVI], el hombre descubrió una cueva debajo de ella, con tres tumbas. Aunque no hubo evidencia escrita, algunos dicen que son “personas justas” que fueron enterradas en una cueva subterránea.

Según Nabil, en la Ciudad Vieja de Jerusalén el tema de los genios es muy delicado. “La gente no quiere ser juzgada o que se considere que están inventando historias, así que primero deben confiar en ti para contarte estas historias. Tienen que confiar en que tú las crees”.

Contó que la Ciudad Vieja de Jerusalén, en las décadas de 1940 y 1950 e incluso antes, estaba llena de historias y tradiciones mágicas que con el tiempo se han ido perdiendo. Historias que dan cuentan de la existencia de diversos espíritus. Están los que realizan rituales de limpieza al amanecer, aquellos que dan advertencias y los que ofrecen consuelo.

 

Fuente: Middle East Eye

Edición: Comunidad Palestina de Chile