Las manifestaciones en solidaridad con los palestinos se extendieron por el mundo incluyendo a Chile, para algunos fue su primera manifestación, para otros fue volver a vivirlas y alzar la voz contra el régimen de Apartheid israelí

Los 11 días de bombardeos a Gaza por parte de Israel, en la que murieron 254 palestinos, incluyendo 66 niños, 39 mujeres y 1948 personas resultaron heridas, despertaron la indignación de muchos habitantes de Europa, Estados Unidos y Chile, donde la Comunidad Palestina realizó una multitudinaria caravana, que recorrió tres comunas de Santiago, mostrando su solidaridad con los habitantes de dicho territorio costero palestino.

Muchos palestinos en la Diáspora al ver esta realidad y no considerarse activos políticamente se sintieron obligados a participar de estas manifestaciones mundiales.

Uno de esos casos es Hilmi Al Shakhshir, quien vive en Cleveland, Ohio, y es originario de Nablus, en Cisjordania y trabaja como investigador en bioinformática. Hasta el 10 de mayo, tras semanas de tensiones en Jerusalén Este durante el mes sagrado musulmán del Ramadán, dice que no era políticamente activo en absoluto.

Sin embargo, los acontecimientos “despertaron algo” en su interior, aunque incluso ahora le cuesta identificar con precisión qué lo desencadenó. “Sentí el impulso y la necesidad de protestar, una reacción inmediata llena de emociones”, relata. Era “la necesidad de expresar mi indignación y mostrar mi apoyo, de hacer ruido y asegurarme de que se escuche, porque cuantas más personas sean conscientes de lo que está pasando, más posibilidades habrá de hacer algo al respecto”. Las personas tienen más poder del que creen”, afirma.

“Me sorprendió la cantidad de gente que asistió a la protesta”, admite. “No eran sólo palestinos, era un grupo de personas de muchas nacionalidades, religiones, incluyendo un buen número de personas judías”.

Shakhshir estuvo por última vez en Cisjordania antes de que estallara la segunda intifada a principios del año 2000, pero dice que era “lo suficientemente mayor como para ser consciente de lo que ocurre y vivirlo”.

“Incluso en el mundo árabe, la idea de hablar de Palestina, del conflicto y de mantener una conversación abierta sobre ello ha sido un tabú”, afirma. “Lo que es diferente esta vez son muchos factores, principalmente las redes sociales, donde se ve todo sin filtro, se ve la realidad inimaginable y se siente el dolor”, añade, refiriéndose a plataformas como TikTok e Instagram, que han sido fuentes de información primordiales para los jóvenes esta vez.

Mientras que, en Italia, Kamil, de 24 años, quien pidió no publicar su apellido, y que estudia medicina en Brescia, asistió por primera a una manifestación de este tipo. “No soy políticamente activo en absoluto”, dice. “Intento no meterme en problemas por expresar mi opinión. Una vez estuve activo en las redes sociales, pero debido al odio y los ataques de la gente por las cosas que compartía, dejé de hacerlo”. También borró “todo lo relacionado con la política” en sus plataformas de medios sociales, dice.

Kamil es originario de Led, una ciudad en la que habitan palestinos e israelíes al interior de Israel, donde los árabes representan alrededor del 30% de la población local. Antes de mudarse al extranjero, dice, tenía amigos israelíes y palestinos, pero siempre tenía que tener cuidado con lo que decía cerca de los primeros. “Nunca hablé de política ni de mi identidad palestina, sobre todo para no meterme en problemas”, cuenta. “Al mudarme a Italia me sentí más cómodo abriéndome sobre mi identidad palestina. Me resultó más fácil expresarme, incluso frente a judíos extremistas”.

Para él, los sucesos ocurridos en su ciudad natal hace dos semanas -cuando la violencia y el odio se dispararon, provocando dos muertes intercomunitarias y la declaración del estado de emergencia en la ciudad- fueron una de las razones clave por las que finalmente salió a la calle.

Otro factor que influyó en su decisión de manifestarse fue la conciencia de que la protesta italiana sería pacífica, “a diferencia de las protestas en mi país, donde te enfrentas a una respuesta agresiva por parte de la policía israelí”, incluyendo el disparo de munición y gas lacrimógeno contra la multitud.

Mientras que los anteriores palestinos asistían a sus primeras concentraciones pro palestinas, para Thaer (que también pidió que no se publicara su apellido) se trataba de volver de nuevo a alzar la voz contra los abusos hacia los palestinos.

“He experimentado la brutalidad policial en manifestaciones pacíficas en Israel”, cuenta al diario israelí Haaretz desde su casa en Los Ángeles. “En 2008, me detuvieron el día de mi cumpleaños mientras participaba en una marcha por el derecho al retorno”, a la demolida aldea de Safourya, cerca de Nazaret. “Me atacó la policía israelí y estuve detenido una semana. Quedé traumatizado durante años”.

Aunque no había participado en manifestaciones hace más de 10 años, era activo en las redes sociales. “Con los acontecimientos que ocurrieron en mi país, sentí frustración, rabia e impotencia. Me sentía culpable por estar en el extranjero y no estar allí”, dice. Todos esos sentimientos le llevaron a participar en las protestas de California.

“Es lo menos que podemos hacer como palestinos en el extranjero”, señala. “Nos manifestamos por Sheikh Jarrah en 2008, y seguimos manifestándonos por Sheikh Jarrah ahora”, dice, refiriéndose al barrio de Jerusalén Este donde tres familias palestinas están amenazadas de desalojo por colonos israelíes en un largo y controvertido caso judicial.

Thaer está casado con una mujer judía-israelí, Leah, y trabaja como camarógrafo, editor audiovisual y animador para una sinagoga de Los Ángeles. “Lo que está ocurriendo no es un conflicto de religión o un conflicto entre dos naciones”, dice. “Definitivamente no es un conflicto entre musulmanes y judíos. Todo esto es una invención de un país dirigido por el apartheid, Israel”.

En Chile, la caravana solidaria, convocada por la Comunidad Palestina de Chile, volcó a las calles de Santiago a 1200 autos en un recorrido que partió desde el Club Palestino de Las Condes, cruzando tres comunas de la Región Metropolitana.

En ese marco, el presidente de la Comunidad Palestina de Chile, Maurice Khamis, dijo que el motivo de esta convocatoria es para decir presente. “Los palestinos de Gaza, Belén y Jerusalén, y el resto de los Territorios Palestinos Ocupados, hace muchos años sufren de un cruel desplazamiento, discriminación y violencia al vivir bajo un sistema de Apartheid y persecución, ratificado por el organismo internacional Human Rights Watch, después de dos años de intensas investigaciones en la zona. Ello nos motiva a gritarle al mundo ¡No más Apartheid! ¡Salvemos a nuestros hermanos palestinos!”, manifestó.

Fuente: Haaretz

Edición: Comunidad Palestina de Chile