En las pasarelas de París y en las revistas de moda más llamativas, una artesanía milenaria vuelve a estar de moda. Para sus creadores, es una forma de preservar la cultura beduina y la artesanía femenina para las generaciones futuras

La 50ª edición de la revista Vogue Arabia, publicada en verano, incluyó un amplio artículo sobre los diseñadores de moda palestinos que crean colecciones contemporáneas inspiradas en los bordados tradicionales. En los últimos años, las imágenes de prendas con temas artesanales han adornado muchas portadas, pero para los diseñadores que exhiben los bordados palestinos, no se trata de una moda pasajera. Es un símbolo nacional que cuenta la historia palestina y es un medio de preservar las raíces de un pueblo para las generaciones futuras a través del arte.

Noora Abdeen Khalifeh, nacida en la Ciudad Vieja de Jerusalén y creadora de la marca de moda Dar Noora, fue elegida por Vogue Arabia como una de las diseñadoras más influyentes de Medio Oriente . Los símbolos culturales palestinos, los tejidos tradicionales y los bordados son la base de la ropa y los accesorios creados por la empresa de Khalifeh.

En una entrevista para la organización Unión por el Mediterráneo, dijo que le entusiasmaba ver los bordados palestinos – “modernidad y tradición”- que ella y otros creaban en desfiles de moda en París y otros lugares, y añadió que se inspira en las mujeres palestinas y sus historias.

Su exposición al “patrimonio palestino me hace querer observarlo y tocarlo continuamente. Y cuanto más lo miro y examino los colores, los bordados, los detalles y los brocados, más me dan ganas de estudiar, explorar y ver más”.

La inclusión de estos elementos, dijo Khalifeh, forma parte de su misión de contar la historia y potenciar al pueblo palestino y sus símbolos. En el pasado, la moda, las técnicas de costura y los tejidos palestinos se han descuidado, por lo que ella se esfuerza por incluir en sus diseños técnicas de bordado tradicionales, como la llamada Tatreez.

“He aprendido a conectar los mundos y a preservar el patrimonio palestino”, afirma. “Estamos hablando de un diseño cultural que siempre debe tener una historia… y ahora tenemos que volver a contar nuestra historia como pueblo”, dice con orgullo.

Zenab Abu Garabia, es propietaria de una galería de arte en la que se exponen bordados y cerámicas palestinas. En una conversación con Haaretz, habló del significado literal y cultural de Tatreez, cuyo nombre proviene de la palabra árabe que describe el acto de coser en cruz. “El acto de bordar tiene un significado cultural que se ha transmitido de generación en generación y encarna la tradición árabe palestina, los recuerdos de los pueblos y las historias de las mujeres”, dijo.

“Los bordados beduinos que llevan las mujeres casadas se basan en el color rojo, y el azul es para las mujeres solteras y las niñas”, explicó Abu Garabia, señalando que las flores y los animales suelen representarse en varios colores. “El bordado beduino se basa en formas geométricas como triángulos y cuadrados, combinados con estrellas. El estilo de los bordados procede de la región donde viven y trabajan las artesanas. Hay diferencias incluso entre las ciudades palestinas”.

Conectando mundos

“Mi aspiración es preservar los símbolos culturales, incluidos los bordados palestinos, y recrearlos en nuevas obras de arte”, dijo a Haaretz Maya Daoud, graduada de Bezalel – Academia de Artes y Diseño. En su proyecto final del Departamento de Joyería y Moda, añadió, se inspiró en 47Soul (un grupo palestino-jordano de música electrónica). “Ser una estudiante palestina en el mundo de la moda me permite conectar todos los mundos que conozco y crear algo auténtico y único”.

Al igual que Daoud, Mohammed Zughayer, de Kafr Aqab, también utilizó bordados palestinos en las obras que creó en Bezalel. “Como joven palestino, siento la necesidad de expresar mi identidad en mi trabajo creativo como diseñador de moda”, dijo. “El bordado es un componente importante que atestigua esta identidad. Toda mi vida he estado rodeado de diseño y prendas de vestir, por lo que fue muy natural para mí formar parte de este campo y expresarme en la moda.”

Zughayer añadió que celebra el creciente interés de los judíos israelíes por los bordados palestinos. “Es también una forma de reconocer la cultura y la creación artística palestinas. Aparentemente sólo se trata de telas, pero cuanto más se profundiza en la lectura del bordado y sus símbolos, más se pueden identificar elementos adicionales, como el estatus social de la mujer (que creó la obra) y la ubicación geográfica de la que procede.”

Fuente: Haaretz

Edición: Comunidad Palestina de Chile