En el extremo norte de la gobernación de Yenín, en el pueblo de Al-Yalama, se abrió un Jardín Botánico que está situado en las afueras de la fértil llanura de Marj bin Amer (Valle de Jezreel) y contiene un grupo de plantas raras amenazadas a nivel mundial y local, entre ellas la planta nacional de Palestina, Iris Faqqua, y un grupo de orquídeas como la orquídea de Galilea, el Carmelo, al-Musannan (Orchis tridentata). Otras plantas son el llantén de agua común (Alisma plantago-aquatica) y la Scorzonera phaeopappa, que figuran entre las plantas registradas recientemente en Cisjordania.

El jardín es un lugar para estudiar y conocer la diversidad de plantas silvestres y nectaríferas de Palestina. Conserva y protege más de 150 especies de 40 familias de plantas que crecen en nuestro entorno palestino. También se protegen nuevas especies que se plantan en el jardín como parte de un programa de conservación ex situ.

Entre los grupos de plantas destacados están los lirios, que incluyen seis especies en el jardín botánico, y las orquídeas, que incluyen 12 especies, y más de 60 especies de plantas nectaríferas. Se añadirán más especies vegetales para contribuir a la conservación y protección de las plantas silvestres en Palestina y formar parte de la red mundial de jardines botánicos, centrándose en las plantas que sirven de alimento a las abejas y los polinizadores.

El jardín también contiene una granja medioambiental comunitaria basada en el principio del trabajo voluntario para ayudar a construir una sociedad sostenible, donde el agotamiento de los recursos naturales y agrícolas, junto con el rápido crecimiento de la población, ejerce una gran presión sobre el medio ambiente y la sociedad palestina. Los agricultores palestinos tienen poca información sobre las prácticas agrícolas ecológicas y su importancia, así como sobre las cuestiones medioambientales relacionadas con la economía verde, la soberanía alimentaria y el desarrollo sostenible.

Además, hay 30 colmenas en un colmenar de formación equipado con las últimas tecnologías modernas. El colmenar proporciona un medio para ampliar las capacidades de los apicultores actuales y formar a nuevos apicultores, con especial atención a los recién licenciados en ingeniería agrícola, medicina veterinaria y disciplinas afines.

Funciona de acuerdo con los últimos métodos científicos de los principios de la apicultura sostenible, incluido el control biológico de enfermedades, la producción ecológica de miel y diversos productos apícolas, el reciclaje de residuos apícolas como la cera utilizándola en numerosas aplicaciones, y la adaptación de la apicultura a los efectos del cambio climático.

Cabe destacar que el huerto fue creado por la Asociación Cooperativa de Apicultores de Yenín en colaboración con el Centro de Mujeres Al-Yalama y el Centro de Desarrollo Maan.