Al final de la ofensiva, las fuerzas de Ocupación destruyeron 58 hospitales, 216 escuelas y dañaron 360 fábricas, de las cuales 126 quedaron en ruinas.

La operación “Margen Protector”, lanzada por Israel el 8 de julio de 2014 en contra de Gaza, dejó un saldo de 2.300 muertos, entre ellos 551 niños, 18 mil viviendas destruidas y 108 mil familias sin hogar, desplazando a más de 450 mil palestinos, según consigna un informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).

Al menos 58 hospitales y 216 escuelas resultaron dañadas o destruidas. Así como 360 fábricas, de las cuales 126 quedaron en ruinas. La mayoría de las granjas y terrenos agrícolas también fueron destruidos y gravemente dañados, dejando a Gaza sumergida en una profunda crisis económica.

Los misiles israelíes lanzados contra la infraestructura del enclave costero también destruyeron la única planta de generación eléctrica. Ello ocasionó que los palestinos sólo tuvieran 6 horas diarias de energía. En muchas zonas tampoco se disponía de agua potable como consecuencia del colapso del sistema público de alcantarillado.

La investigación del CPI

Después de siete años de una revisión exhaustiva de los antecedentes, la fiscal Fatou Bensouda de la Corte Penal Internacional anunció en diciembre pasado que abrirá una investigación de crímenes de guerra en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental cometidos por Israel durante la “Operación Margen Protector” de 2014.

Además indicó que se revisará la política de expansión de asentamientos y la respuesta del Ejército israelí a las protestas de la Marcha del Retorno, organizadas en Gaza desde marzo de 2018 a diciembre de 2019 y que dejaron a 183 manifestantes muertos y 6.106 heridos, la mayoría con disparos en las rodillas, según la oficina de Derechos Humanos de la ONU.

Fuente: El País