El organismo rector del rugby mundial, World Rugby, ha anunciado que la decisión de la Unión Sudafricana de Rugby (SARU) de excluir a la selección israelí de rugby de las competiciones internacionales no fue una medida discriminatoria.

En respuesta, el director general del equipo israelí, Pete Sickle, rechazó las afirmaciones de que la decisión se debía a amenazas a la seguridad, según declaró a la JTA: “esperábamos que World Rugby examinara más de cerca los acontecimientos que condujeron a la retirada de la invitación”.

“Todavía no hemos visto pruebas tangibles de amenazas creíbles y significativas a la seguridad pública. No hemos visto ninguna prueba de que la SARU o las fuerzas de seguridad sudafricanas hayan analizado esas amenazas antes de tomar esta decisión.”

Estaba previsto que el equipo de rugby Tel Aviv Heat compitiera en el torneo regional Mzanzi Challenge, que comenzó el 24 de marzo, informó Rugby365.

Sin embargo, la coalición sudafricana BDS se mostró indignada por la invitación y pidió a la SARU que desinvitara al equipo del “apartheid”, que, según afirmó, estaba “avergonzando a la Sudáfrica post-apartheid con este movimiento abiertamente racista y exponiendo sus verdaderos colores”.

En un comunicado, la Coalición Sudafricana de BDS afirmó: “Es increíble que una organización de rugby sudafricana posterior al apartheid decida invitar a un equipo de un Estado colonial de colonos que sigue ocupando tierras palestinas y mantiene un brutal sistema de apartheid contra los palestinos”.

“La ira con la decisión de SARU está creciendo en todo el mundo. La SARU está avergonzando a la Sudáfrica post-apartheid con este movimiento abiertamente racista y exponiendo sus verdaderos colores: los de la vieja bandera sudafricana. Si este equipo israelí del apartheid viene a jugar a Sudáfrica, la SARU tendrá las manos manchadas de sangre”, añade el comunicado.

A raíz de las preocupaciones planteadas por el BDS sudafricano, Mark Alexander, presidente de la SARU, declaró en un comunicado: “Hemos escuchado las opiniones de importantes grupos de partes interesadas y hemos tomado esta decisión para evitar la probabilidad de que la competición se convierta en una fuente de división, a pesar de que Israel es miembro de pleno derecho de World Rugby y del COI”.

La decisión provocó que la Unión de Rugby de Israel (IRU) apelara y acusara a la SARU de discriminación; sin embargo, tras una investigación de las acusaciones, World Rugby, en una carta a la SARU y a la IRU, dijo estar satisfecha con la explicación de la SARU.

Durante los últimos 27 años, los lazos entre los palestinos y Sudáfrica se han desarrollado y mantenido firmes y Pretoria ha prestado a menudo su apoyo a la causa palestina y ha condenado las transgresiones israelíes en la escena mundial. El año pasado, Sudáfrica instó a la comunidad internacional a exigir responsabilidades a Israel por las condiciones inhumanas a las que se ha sometido a los palestinos, y en 2021 condenó la concesión por parte de la Unión Africana (UA) del estatus de observador a Tel Aviv, medida que fue revocada el año pasado.