El primer ministro de Palestina, Mohammed Shtayyeh, afirmó que “el gobierno israelí será plenamente responsable si la situación estalla en los territorios ocupados debido a sus políticas en Jerusalén ocupada”.

“Nuestro pueblo, que defiende sus hogares en los barrios de Sheikh Jarrah, Jabal Al Mukabber y Silwan (en Jerusalén Oriental ocupada), está sometido a las peores políticas y prácticas de persecución, discriminación y limpieza étnica con el objetivo de desalojarlos de sus hogares para sustituirlos por colonos”, dijo el primer ministro Shtayyeh.

“Advertimos al gobierno de ocupación que no continúe con sus políticas y lo hacemos plenamente responsable si la situación estalla”, dijo, subrayando que “nuestro pueblo en Jerusalén y en todas partes no capitulará ante estas políticas, y las resistirá con toda la fuerza y determinación”, agregó Shtayyeh.

El primer ministro dijo que la negativa del gobierno israelí a cooperar con la Comisión de Investigación de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que investiga los crímenes y violaciones cometidos contra el pueblo palestino y a impedir que los miembros de la comisión lleguen a Palestina “es condenable, y demuestra que el comportamiento de Israel está por encima del derecho internacional y del derecho de los pueblos a ser independientes y a progresar. El mundo está obligado a considerar a Israel como un Estado de apartheid y un proscrito”.

Hizo un llamamiento a las organizaciones de las Naciones Unidas para que asuman sus responsabilidades de proteger los derechos y la propiedad de los palestinos en Jerusalén y en todo el mundo, después de que el gobierno israelí haya aprobado una ley para derogar la Ley de Propiedad de los Ausentes de 1950, como preludio a la aprobación de una legislación para confiscar las propiedades palestinas desde antes de 1948 y en Jerusalén Este, con el fin de entregarlas a las organizaciones israelíes de asentamiento.

Shtayyeh dijo que valora la decisión del Tribunal Constitucional de Sudáfrica, que dictaminó que el antisionismo no se considera antisemitismo, considerando esta sentencia histórica por defender los principios de los derechos humanos y la protección de la libertad de opinión y de expresión, porque dice que las críticas al movimiento sionista o las críticas a Israel como Estado de apartheid no se consideran críticas u odio a los judíos.

Fuente: Wafa