En 1967, Israel prohibió la exhibición de la bandera palestina -o de sus colores rojo, negro y verde- en la Palestina ocupada. Como protesta, los palestinos llevaban sandías y las abrían en espacios públicos para mostrar la carne roja, las semillas negras y la corteza verde de la fruta. Durante el medio siglo siguiente, las sandías han servido como símbolo de la resistencia pacífica en Palestina.

Este año, Artistas contra el Apartheid, una iniciativa con sede en Londres compuesta por 24 escritores, artistas, cineastas y comisarios, se formó para recaudar fondos para los esfuerzos humanitarios palestinos. Cada artista creó un cartel que honraba el legado de protesta del territorio, incorporando los colores de Palestina en sus diseños. Este mes, Artistas contra el Apartheid ha puesto en marcha una tienda en línea que vende carteles a beneficio de la organización benéfica Ayuda Médica para los Palestinos.

Cada obra de arte es distinta -se pueden comprar grabados abstractos, contemporáneos y de técnica mixta- y refleja la lucha palestina por la liberación. Una de las artistas presentadas, Alessandra Sanguinetti, optó por incorporar la fotografía a su obra. “La fotografía que superpuse a la bandera es una que tomé en 2003 en mi primera visita a Cisjordania”, dice. “Cuando le pregunté [a la niña] cómo quería aparecer en la fotografía, quiso llevar un vestido tradicional. Me pareció que su mirada era fuerte, firme y decidida. No parece una víctima. Parece una luchadora. Por eso la quería en el cartel”.