Hebrón que árabe se pronuncia Al Khalil y significa “el amado por los piadosos” o “amigo de Dios” es una de las ciudades más antiguas de Medio Oriente, y es una de las localidades más grande de Cisjordania y la segunda del estado Palestino. A pesar de los problemas que ha habido por años, esta ciudad es un importante centro de comercio, siendo responsable de aproximadamente un tercio del producto interno bruto de la región debido a la venta de mármol de sus canteras.

Hebrón tiene un renombre local debido a sus famosos higos, uvas y las tradicionales producciones de vidrio y cerámica, además allí se encuentra la única y última fábrica de kufiyya y la de lácteos Al Juneidi que proporciona alimento a todas las ciudades palestinas.

Pero ¿por qué a pesar es necesario visitar Hebrón si queremos entender la historia palestina milenaria? Primero porque es considerada como una de las cuatro ciudades sagradas del islam después de Jerusalén, La Meca y la Medina, segundo porque la Unesco declaró a Al Khalil patrimonio mundial palestino en 2017 y tercero porque es una ciudad diferente debido a que palestinos e israelíes conviven diariamente y la situación no es fácil, pero aun así hay vida.

KUFIYYAS HIRBAWI, TRADICIÓN Y AMOR POR LAS COSTUMBRES

Un Kufiyya en blanco y negro es sin duda la compra más tradicional entre los pañuelos Palestinos.

Hace 51 años que la familia Hirbawi se dedica a la fabricación de kufiyyas originales y tal como lo afirmó su propio gerente Abdul Hirwabi exportamos a“otros países vecinos, donde la Kufiyya es también popular, como Jordania o Siria, producen sus propios -ligeramente diferentes- versiones. Somos la única fábrica en Palestina produciendo la Kufiyya original y espera por la venta en la pequeña tienda de la fábrica próximamente”.

Esta fábrica es modesta y está escondida en una tranquila calle residencial de Hebrón. En su interior hay 15 telares industriales, de los cuales algunos no funcionan, pero ocupan la mitad del almacén, esto debido al constante declive de las ventas desde la década de 1990 y a la llegada de las réplicas chinas.

Existen diversas teorías sobre el origen del kufiyya; que representa una red de pesca, una colmena, la unión de manos o las marcas limpias de suciedad y de sudor de la cara de un trabajador. Una tradición y significado muy importante para quienes lo usan con orgullo día a día.

Hoy este “pañuelo” es usado como un símbolo de la cultura y del patrimonio palestino. “Es nuestro pasado, futuro … Esto significa todo”, asegura Yasser Hirbawi, otro de los dueños de esta fábrica.

Lo cierto es que esta fábrica familiar no pretende desaparecer, la idea de la familia es enseñar a uno de los 6 hijos esta práctica, mientras los otros 5 irán a la universidad. Una práctica artesanal y tradicional que toma alrededor de 4 a 5 años para dominarla por completo.

Desde el 2017 los Hirbawi decidieron colaborar con www.Kufiyya.org y hacer una gran selección de estos pañuelos de colores con el fin de que más personas se unan a esta tradición palestina.

MEZQUITA DE ABRAHAM

La mezquita de Abraham para los árabes es el centro del universo, le da un significado histórico y religioso. Se dice que allí están enterrados según la tradición musulmana los restos del mencionado profeta.

Lo primero que verás después de pasar algunos checkpoints es una mezquita para los musulmanes y una sinagoga para los judíos, con entradas separadas para cada grupo.

Esta mezquita es realmente hermosa, para acceder debes quitarte los zapatos. En el caso de las mujeres debes cubrirte con una capa que ellos mismos te proporcionan si eres turista. En su interior se respira paz y tranquilidad, Su silencio es único y su arquitectura en colores dorados es realmente impactante.

El Roble de Abraham es otra de las atracciones turísticas de esta ciudad. Según la tradición en ese lugar está marcado el sitio en que Abraham colocó su tienda y el sitio pertenece a la Iglesia Ortodoxa Rusa, que a la vez es dueña del cercano Monasterio del Roble de Abraham y la Sagrada Trinidad.

Así es Hebrón, la ciudad que muchos llaman fantasma, pero lo cierto es que todos los que vayan quedarán sorprendidos, ya que creen que no hay nada más aparte de la mezquita y el mercado pero a pesar de todo Hebrón nos muestra otro lado de los palestinos, el lado de la lucha diaria por vivir en paz en una ciudad disputada,

VIDRIO Y CERÁMICA DE HEBRÓN, ARTE MILENARIO PALESTINO

Botellas con diseños distintivos, platos y relojes para colgar, cajas para guardar joyas son solo algunos de los productos que verás cuando llegues a una de las tres fabricas de vidrio y cerámica de Hebrón, un oficio artístico que cautiva a todos quienes decidan visitar este lugar en el cual hace mucho calor pero se respira magia de inmediato, esa magia de saber que las tradiciones en palestina no se acaban.

Esta usanza con más de 6000 años de historia transmite de padres a hijos el oficio de la artesanía en diversos ámbitos: vidrio, cerámica, alfarería o bordado. Tradición que perdura en el tiempo que se volvió una fuente laboral para muchos palestinos.

Según cuentan este oficio se dio a conocer cuando un grupo de extranjeros incendió gran parte de la zona sur de Hebrón y al día siguiente se encontraron formas de vidrio en el lugar, es así como la industria del vidrio fue descubierta y luego viajó al resto del mundo.

Según la historia esta practica la comenzó la familia Natsheh fundada en 1890. Actualmente existen alrededor de 60 artesanos que trabajan en uno de los tres talleres que existen o también desde sus casas.

Todos los cristales y los diseños que verás encarnan viejas historias palestinas, las cuales quedan plasmadas a través de este preciso arte, oficio el cual se aprende en unos 4 ó 5 años y que se hereda de padres a hijos.

Vidrios de Hebrón tiene como objetivo el trabajo mancomunado con asociaciones de comercio justo y utiliza botellas recicladas de los hogares y negocios locales como materia prima básica en la mayoría de sus productos. El combustible para los hornos y calderas es aceite de motor reutilizado manteniendo de esta forma el arte del vidrio vigente en la región.