Un funcionario de la Autoridad de Calidad Medioambiental de Gaza dijo que se recogen cada día 2.000 toneladas de residuos sólidos en la zona. 

Como modelo de reciclaje creativo en uno de los lugares más densamente poblados del planeta, la cafetería “El mar es nuestro” ubicada en la Franja de Gaza, comenzó a dar clases de reciclaje a los clientes que consuman en el lugar. Además, uno de los grandes beneficios del café, es que los vecinos pueden pagar su comida y bebidas donando productos para su reciclaje.

El local, que se encuentra junto a la playa, está construido con postes de madera reutilizados, jarras de plástico, neumáticos y ladrillos rotos por el dramaturgo local Ali Mhana y un grupo de amigos.

“Mi madre quería que fuera médico”, explica Mhana. En su oficina hay una puerta de un refrigerador y ventanas que solían ser puertas de lavadoras.

“No tengo que ser médico de los humanos. Puedo ser el médico del mar, una comunidad que sufre varias enfermedades”, agregó el dramaturgo.

Vestido con un uniforme azul, Mhana pretende aliviar al menos algunas de esas dolencias mediante actividades en un lugar que también alberga una biblioteca, un teatro, y espacios abiertos para eventos en los que jóvenes y mayores pueden aprender a conservar el medioambiente.

“Las botas se convirtieron en recipientes para plantas y un abanico se convirtió en un adorno luminoso”, dijo Haneen Assamak, una de las clientas que aprendió a reutilizar los objetos que solía tirar a la basura.

“Plantamos en frascos vacíos, y las botellas se llenaron de arena y luces”, dijo Assamak, que ahora tiene un rincón en su casa donde acumula objetos para llevarlos a Mhana para su reciclaje.

“Para mí, esto es la felicidad”, dijo la clienta sentada en una colorida silla hecha con neumáticos de automóviles.

Mhana afirmó que los niños que visitan el lugar, apoyado por el municipio de Gaza, comprenden instintivamente la necesidad de proteger el medioambiente.

“La receta viene de ellos. Cuando les pregunto qué podemos hacer para tratar el mar, dicen que podemos hacer una campaña de limpieza, colocar carteles y bajar a hablar con la gente”, dijo Mhana.

Además de traer otros materiales para reciclar en lugar de pagar, los clientes que quieran arrendar un espacio abierto para un evento, también pueden ofrecer una hora de su tiempo para ayudar a recoger la basura en la playa.

Un funcionario de la Autoridad de Calidad Medioambiental de Gaza dijo que se recogen cada día 2.000 toneladas de residuos sólidos en la zona. Más de la mitad procede de los hogares, y miles de palestinos ganan dinero vendiendo material a las fábricas de reciclaje.

 

Fuente: Haaretz

Edición: Comunidad Palestina de Chile