Palestinian Heritage Trial es el primer trabajo que explora la naturaleza diversa, en una extensa caminata que muestra la conexión geográfica existente.

Como parte de los esfuerzos para promover y desarrollar el turismo comunitario en zonas marginadas, Palestine Heritage Trail produjo dos anuncios de televisión en cooperación con sus socios franceses Afrat & Tetraktys, financiado por la Agencia Francesa de Desarrollo AFD y la colaboración del productor ejecutivo Palestine News Network PNN.

Palestinian Heritage Trial es el primer ensayo que explora el patrimonio palestino, su identidad y su naturaleza diversa.

George Rishmawi, director de la prueba del patrimonio palestino, dijo en los dos anuncios de televisión que esta prueba no es sólo un recorrido a pie para mostrar la conexión geográfica de la tierra palestina, sino que es una prueba con dimensiones de desarrollo, educativas, económicas, turísticas y sociales.

Rishmawi añadió que es una prueba que tiene dos objetivos principales: en primer lugar, transmitir un mensaje a través del patrimonio y la historia de los palestinos que están profundamente arraigados desde hace miles de años, para que los visitantes locales y extranjeros conozcan su patrimonio, la identidad y cultura. El segundo objetivo, según Rishmawi, es crear oportunidades de empleo, especialmente en las zonas rurales que no tienen mucho turismo, aparte de Belén, Jericó y Jerusalén.

En la actualidad, el turismo ha llegado a diferentes zonas de Cisjordania, lo cual se refleja de forma positiva en la creación de oportunidades de trabajo para muchos guías turísticos, proveedores de servicios y casas de huéspedes. En ese sentido, hay 80 casas de huéspedes y 50 guías turísticos locales, lo que permite mayores ingresos a esas familias gracias a esta iniciativa.

El director de la prueba del patrimonio palestino, agregó que la prueba se extiende a una distancia de 500 kilómetros: parte en la aldea de Rummnah en Yenín, luego pasa por la aldea de Bait Marsam en Hebrón, regresa a Belén con una sub-ruta que se extiende desde el nivel del mar hasta la aldea de Al-Azrya, y finaliza en la Ciudad Vieja en Jerusalén.

Osama Homran, director de relaciones públicas del municipio de Arraba, en Yenín, dijo que el juicio sobre el patrimonio palestino significa para ellos mantener el patrimonio de Arraba, promocionarlo y fomentar el turismo hacia él, además de contribuir al desarrollo económico, especialmente entre los jóvenes y las mujeres.

La prueba del patrimonio palestino se considera algo más que una simple caminata de largas distancias, ya que permite conocer a los lugareños y crear conexiones entre ellos y los excursionistas que participan en la prueba desde todo el mundo.

Por su parte, Milad William, director de la organización Roy’a para la Cultura y las Artes en Jerusalén, dijo: “Nuestra experiencia con la prueba del patrimonio palestino ha sido una gran y rica experiencia”.

“Por un lado me apega y conecta como una forma de resistencia, y por otro, me da el conocimiento de mi país y su patrimonio, de sus sitios religiosos y turísticos”, agregó Milad.

Recientemente se añadió la ruta de Jerusalén, que se extiende desde Al Azrya hasta el pueblo de Bait Tuqu, en el noroeste de Jerusalén, pasando por Al Toor y la Ciudad Vieja, que cuenta con numerosos lugares y símbolos religiosos e históricos palestinos.

Jamel Hamaden, residente en la zona de los beduinos del Mar Muerto, dijo: “Estamos en la zona “C” y necesitamos algo nacional, una identidad como el ensayo del patrimonio palestino, y que a través de el podemos mostrar la diversidad social y cultural de la vida que llevamos.

Mes’da Mu’te, directora general de la organización de mujeres Al-Ata’, de la aldea de Kufr Malek, al noreste de la ciudad de Ramallah, describió su colaboración con la prueba del patrimonio palestino como muy beneficiosa.

“En la organización de mujeres Al-Ata’ estamos muy contentas con nuestra asociación en el ensayo del patrimonio palestino porque, en primer lugar, revive nuestra cultura”, manifestó Mes’da Mu’te.

En esa misma línea, la directora general de la organización de mujeres Al-Ata’, aseguró que se han beneficiado de ello. “En primer lugar, hemos experimentado el intercambio cultural, ya que aprendemos sobre las culturas de los extranjeros y de los palestinos. Hay continuas actividades y acciones especiales”.

“Desde que se desarrolla esta prueba, se ha abierto la puerta al desarrollo económico y las oportunidades de empleo para las mujeres y los jóvenes de las zonas rurales” agregó Mes’da Mu’te.

Zaed Azhari, un guía de turismo comunitario, afirmó que la prueba significa mucho para él, ya que “es una nueva experiencia y un renacimiento del patrimonio histórico y cultural que fortalece la identidad palestina en esta tierra.

 

Fuente: PNN Palestine

Edición: Comunidad Palestina de Chile