Hay un cambio de ola en la moda y la cultura. Nuevas figuras emergen en la industria de la moda, muchas de ellas sin buscarlo. La modelo Sharon Rose Benson (@rose_xxvi) de Haifa nunca tuvo la intención de entrar en el mundo de la moda. Nacida de una madre palestina y un padre de ascendencia irlandesa-sueca, se animó a encontrar una carrera estable  y segura. “Por eso hay un chiste sobre que los árabes son médicos. No solo eligen esos roles”, dice la joven de 24 años, explicando que sus carreras se basan en encontrar solidez en una situación de vida precaria. “Hay un trauma detrás de ese estereotipo”.

 

Desde muy joven, Benson se sintió más creativa y expresiva. “Siempre he gravitado hacia diferentes cosas y personajes y disfrazarse”, dice ella. “Pero no sabía que podía ganar dinero”. Casualmente, Benson encontró su camino en la industria del modelaje local, primero a través de una agencia y luego buscando oportunidades de manera privada a través de sus canales de redes sociales. Para Sharon, modelar es un acto de representación. Recuerda mientras crecía que nunca vio a nadie que se pareciera a ella, ni siquiera en los anuncios de sus tiendas árabes locales. “Parecía tan lejano. Si miras el marketing tradicional que hacen los árabes aquí, siempre traen a una chica rusa, y eso está bien”, dice. “Pero cuando no tienes esa representación incluso donde compras y es una marca árabe y no usan una cara árabe, era algo extraño”.

A lo largo de los años, se conectó con otros jóvenes diseñadores palestinos y señaló que hay un “renacimiento” de autores creativos que ingresan a las escuelas de diseño. “Cada año, se inscriben más y más palestinos”, dice. “Es genial ver que están encontrando su camino allí”. Un momento crucial, y motivo de orgullo, fue cuando Benson modeló la ropa de Dar Noora, una diseñadora que trabaja para crear prendas tradicionales palestinas. “La gente está creando arte, no solo moda. Agrega mucho a la comunidad y crea solidaridad”, afirma Benson. “Es la moda lo que nos une. Sin la moda, es posible que nunca nos hubiésemos cruzado”.

 

Para Vogue, Benson usa piezas de diseñadores palestinos locales. Su corsé es de Hanna Hamam, mientras que en otra toma lleva un vestido blanco con un bordado tridimensional en forma de columna en la parte delantera y pantalones de cuero de Ayham Hassan, que estudia en Central Saint Martins y vive en Ramallah, Cisjordania. También, se ve a Benson con un vestido rojo de George Nasser con cortes en el estómago y que bajan por los brazos. “Cada generación trae algo nuevo”, dice Benson, y añade: “Quiero que todos los que tienen algo que dar al mundo lo den”.

Fuente: www.vogue.com