Chile, al igual que gran parte de los países donde las comunidades sionistas suelen ejercer su influencia política y económica, está sujeto a presiones, para que nuestra sociedad sólo acepte la narrativa mítica de una ideología, declarada en su momento por las Naciones Unidas, como una forma de racismo y discriminación racial.

Efectivamente el 17 de diciembre del año 1975 la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la resolución N 3379 equiparó al sionismo con el régimen sudafricano de apartheid, recordando también que en su resolución N 3151 del 14 de diciembre de 1973, esa Asamblea General de la ONU condenó entre otras cosas “la alianza impía entre el racismo sudafricano y el sionismo”.

Asimismo, ambas resoluciones, tomaron en su redacción lo señalado en la llamada “Declaración política y Estrategia para fortalecer la paz y la seguridad internacionales y reforzar la solidaridad y ayuda mutua de los países no alineados, aprobada en la Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores de los Países no Alineados celebrada en Lima en agosto del 1975, en la que se condenó al sionismo “como una amenaza a la paz y la seguridad mundiales y se exhortó a todos los países a que se opusieran a esa ideología racista e imperialista” (1)

Bajo estas premisas y la conducta de ocupante y colonizador, Israel ha sido acusado de crímenes de guerra y lesa humanidad, que se expresa en el asesinato de decenas de miles de palestinos desde el año 1948 a la fecha, asesinatos selectivos de militantes del resistencia y dirigentes políticos, expulsión de los habitantes originarios del territorio, deportaciones, destrucción de cultivos, demolición de viviendas y la construcción de asentamientos con colonos extremistas, que violan el IV Convenio de Ginebra. Hechos reconocidos por medio centenar de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y su Asamblea General.

Una realidad que hace admisible el señalar al régimen israelí y su ideología sionista como una de las entidades más criminales de la política internacional, tras el fin de la segunda guerra mundial. Tal marco de compresión hace posible pensar que nos encontramos ante un régimen que denomino nacionalsionista, amparado aún más por leyes racistas como es la ley de Estado nación judío adoptada por el Knesset (parlamento) el 19 de julio de 2018.

¿Nazismo no, pero Sionismo sí?

Dicho lo anterior, que me parecía fundamental exponerlo, para así entrar de lleno en lo que denomino una interesante discusión que se ha dado en estos días, entre la comunidad sionista de Chile (CJCH) junto a la Embajada de Alemania, quienes coincidieron en condenar la publicación de un artículo en el diario El Mercurio de Santiago, titulado “Herman Göring: el sucesor de Hitler” (2) elaborado por la periodista de la sección sociedad de este medio, Gabriela Almendras. Y uso el concepto de interesante, pues la publicación de este artículo sobre Göring destapó una batalla de diatribas, de condenas e insultos, a esta publicación y los opinantes – incluyendo los candidatos (as) presidenciales chilenos – poniendo en entredicho la siempre polémica libertad de expresión, que cuando saca a la luz la historia del nacionalsocialismo suele recibir una andanada de reprobaciones. Pero cuando se trata de otras ideologías tan criminales como aquella, como es el caso del sionismo, defendido por la CJCH, simplemente las críticas no se hacen presente o cuando salen en algún medio son calificadas como conductas antisemitas.

Un Israel que ejerce una política genocida contra el pueblo palestino, pero a ninguno de los candidatos presidenciales o los medios de información se les ocurre cuestionar el que se genere una política de ocultamiento de esos crímenes llevado a cabo a vista y complicidad de una comunidad internacional que no reacciona y con ello avala esta conducta criminal. Un escenario donde dejo establecido, para así no dar pie a los sionistas que comiencen un ataque contra este cronista, afirmando que mis palabras parecen ser una defensa de Göring, la Alemania nazi y que se expresa así el antisionismo que en el fondo sería un antisemitismo. Pues ¡¡¡ No comunidad sionista de Chile ¡¡ Mi condena absoluta a los crímenes del nacionalsocialismo, el exterminio de aquellos europeos de creencia judía, pero también contra los gitanos, homosexuales, prisioneros políticos y prisioneros de guerra. Una condena sin ambigüedad, con absoluto apoyo a los juicios de Nuremberg y de Tokio, que deben servir de modelo para aquellos tribunales internacionales que deben formarse, para enjuiciar a los criminales los civiles y militares sionistas del régimen israelí, que tendrán que ser instalados a la a la caída de la entidad enquistada en Asia Occidental y que tanto crimen ha ocasionado desde su nacimiento el año 1948.

 

Las críticas emitidas por la CJCH y la Embajada de Alemania en Chile refieren a que El Mercurio hace “una apología del nazismo al publicar en sus páginas un homenaje al creador de la Gestapo a 75 años de su muerte. En Europa esta publicación sería un delito. Inaceptable” sostiene esta afirmación. Un llamado a la condena que sumó a los candidatos presidenciales Gabriel Boric, Sebastián Sichel y Yasna Provoste. Esta última incluso llamó al candidato ultraderechista José Antonio Kast a que “condene la publicación de El Mercurio, aunque eso implique desconocer su propia historia familiar” haciendo alusión a la condición de inmigrante de su padre Michael Kast Schindele, quien sirvió en el ejército del Tercer Reich y terminada la guerra se trasladó a Chile. Por su parte, la diputada del partido Comunista de Chile, Carmen Hertz, miembro de la comunidad judía chilena, también se sumó a las críticas al tirar sus dardos contra “El Mercurio, sus dueños y la elite parásita de la que forman parte admiradores del nazi José Antonio Kast”. Las palabras de Hertz sacaron al campo de batalla a un tipo tan polémico como provocador, el abogado chileno de creencia judía, que en sus redes sociales se declara “orgullosamente sionista”.

Crisis de conciencia como sostén del sionismo

Me parece un doble estándar absoluto, pues el Sr. Zaliasnik, asesor de ex presidentes latinoamericanos y empresarios acusados de corrupción políticos y ministros de la derecha chilena y considerado el principal lobista de Israel en Chile junto al diputado Gabriel Silber, pide libertad de expresión y tolerancia, justamente cuando con su CJCH ataca y pide las penas del infierno a todo aquel que se atreve a criticar los crímenes de su amado sionismo. Y, que genera acciones de lobby, para así implementar leyes que impidan el develar esa política racista, segregacionista, criminal, asimilándola a conductas antijudías y antisemitas.

Hipocresía absoluta, pues aquí no se trata de criticar a una religión y menos a los semitas, pues en la política de ocupación y colonización que lleva a cabo Israel y sus colonos extranjeros, los únicos semitas son precisamente los palestinos. Como también resulta una política de doble estándar, que la diplomacia alemana critique lo que se escribe de un criminal como Göring y en cambio se sitúe junto a una entidad victimaria como la israelí, que asesina día a día a hombres, mujeres y niños. Que demuele sus viviendas, levanta muros y autopistas de segregación, que impide el retorno de aquellos que fueron expulsados de sus tierras tras la invasión de colonos sionistas.

Una Alemania, que tras 76 años del fin de la Segunda Guerra Mundial sigue con una crisis de conciencia que lo hace proclive al chantaje del sionismo. Recordemos, que desde la década de los cincuenta del siglo XX Alemania indemniza a los familiares de las víctimas de los crímenes del nacionalsocialismo pero que ha servido mayoritariamente, para afianzar instituciones del régimen sionista (como lo ha denunciado el intelectual estadounidense de familia judía prisioneros en campos de concentración del nazismo, Norman Finkelstein en su libro “la Industria del Holocausto”).

Un Sionismo que se ha convertido en el mejor alumno de aquel que acusan como victimario. Ese asesino tiene nombre hoy de Israel y la ideología que lo guía. Tal como el nacionalsocialismo, el sionismo apela al concepto del “hombre superior” bajo la premisa de crear un Estado nacional étnicamente puro, de allí la conducta artificiosa de esta entidad de definirse como Estado Judío de Israel. Similitud con la doctrina criminal del nacionalsionismo, que se expresa en su afán de expansión, en esa búsqueda agresiva de su “espacio vital” a costa de los derechos de millones de seres humanos.

Un sionismo que el año 1933 firmó con el régimen nazi el llamado Heskem Haavara (en hebreo) o Acuerdo Transferencia. Un convenio firmado el año 1933 para ayudar y facilitar la emigración de judíos europeos a la Palestina, que en ese momento estaba ocupada por el Imperio Británico. La Haavara era una compañía comercial creada al alero de la Organización Sionista Mundial destinada a comerciar con el régimen nazi. En octubre del año 1933 la Compañía naviera Hamburgo Sudamérica concretó un servicio de transporte directo entre Hamburgo y el puerto de Haifa para el traslado de judíos.

La Haavara fue parte de otros acuerdos establecidos entre el nazismo y el sionismo, que incluso transitó por el apoyo militar a organizaciones terroristas judías que atentaron contra las fuerzas británicas estacionadas en Palestina y dieron comienzo al exterminio palestino, como fue el caso de la Organización Irgun Zwai Leumin. creada a partir de una escisión de la Haganá. Una Ha´avara que incluso tuvo una medalla conmemorativa.

Y se publica en “Der Angriff” (diario de Goobels) Un Nazi Viaja a Palestina

Pasado este trasiego de dimes y diretes vamos al fondo del asunto: la hipocresía de sionistas a través de su comunidad en Chile y la expresión de la crisis de conciencia de los representantes diplomáticos alemanes en el país. Elevan sus brazos al cielo, rasgan vestiduras y se arrancan el pelo ante un artículo aparecido en un diario como El Mercurio, que en general suele ser vocero absoluto y sin discusión de cuanta política criminal lleva a cabo Israel o sacar en sus páginas todo tipo de evento, en que la Embajada sionista se embarca para el lavado de su imagen. Esto es lo verdaderamente criticable, que Chile tenga acuerdos a través de sus Fuerzas Armadas y policiales con el complejo militar sionista que implica la compra de armas usadas para reprimir a la población chilena y que incluso ha significado acciones corruptas, como ha sido el tema de las facturas duplicadas que involucran a la Fábrica de Maestranza del Ejército (FAMAE) y dos empresas de armas israelíes (3) por cifras superiores a los 200 millones de dólares.

Unido a lo anterior se licitó la fabricación de diez satélites. Un proyecto de 130 millones de dólares, adjudicada a una empresa israelí llamada ImagenSat (4). También consignemos la asesoría en inteligencia que el Mossad israelí ha realizado, tanto a la policial civil como la uniformada chilena cuyo caso más emblemático fue el entrenamiento en territorio colombiano con agentes sionistas del llamado “Comando Jungla” gracias a la estrecha relación del gobierno chileno de Sebastián Piñera con el gobierno del presidente colombiano Iván Duque, que a su vez capacita al ejército y la policía colombiana, junto a grupos vinculados al narcotráfico y paramilitares. Panamá, Honduras, Guatemala, Ecuador, Paraguay también están en el campo de acción sionista. En países como Guatemala esa relación hunde sus raíces en las dictaduras militares en ese país centroamericano donde las armas y la asesoría del Mossad ayudó a la muerte de 200 mil guatemaltecos y 50 mil desaparecidos (5)

Mientras la entidad sionista israelí perpetra un exterminio contra la población palestina, al mismo tiempo promueve, con absoluta hipocresía y buscando réditos políticos, económicos, diplomáticos y de imagen el que nuestras sociedades se hagan parte de la industria del holocausto e incluso, con personajes públicos convertidos en custodios de la memoria de las víctimas de esos crímenes del nacionalsocialismo contra europeos creyentes judíos. Suelo sostener reiteradamente que “el régimen israelí, constituido en el Levante mediterráneo, ha enquistado una visión de mundo totalitaria, exclusiva y excluyente bajo el marco de una ley de estado nación judío diseñada para segregar y educar a sus nuevas generaciones en el odio racial, en el desprecio a los Goyim (a los no judíos) maquillando esto con operaciones de limpieza de imagen, vendiendo al mundo la supuesta existencia de una sociedad pluralista, abierta al mundo, tecnológicamente avanzada, gay friendly, democrática. Pura y vana falsedad, cuando sólo a algunos kilómetros de donde brillan luces y oropeles se asesina a hombres, mujeres y niños, por el solo hecho de ser palestinos” (6) ¿Dónde están las voces de condena de los embajadores alemanes, del gobierno y del congreso chileno, de los creyentes judíos chilenos de los medios dando cuenta de lo que se supones su misión?

Hermann Göring es parte de un pasado que efectivamente debe ser condenado y con fuerza, pero ello no implica no recordar, escribir, criticar, analizar ese período y sus jerarcas. No existe apología alguna al adentrarse en el conocimiento de un periodo, que tanto daño causó a la humanidad. Profundizar y así entender del porque tras la derrota del nacionalsocialismo se habló de un “nunca más” con relación a una ideología criminal. Esconder ese periodo es desconocer nuestras propias miserias. Como también lo es esconder los crímenes de aquellos que se autoproclaman como las únicas víctimas del nazismo y han dedicado los últimos 73 años en ocupar, colonizar y exterminar a la población palestina. De ello debemos hablar y no esconderlo bajo amenazas que su denuncia es antisemitismo. No podemos seguir bajo el chantaje del sionismo y su lágrimas de cocodrilo

Hoy, existe un simil de regímenes de terror como aquel que se impuso en Alemania y Europa entre 1933 a 1945. Hoy se llama sionismo. Una ideología que amenaza a territorio donde se enquistó como también al conjunto de Asia occidental y que extiende sus tentáculos en Latinoamérica. Las otrora víctimas han devenido en victimarios y para maquillar esta realidad todo sirve, incluso criticando artículos donde aparezca un asesino que tuvo que rendir cuentas ante el tribunal de Nuremberg. La pregunta que surge es: ¿Benjamín Netanyahu, Avigdor Lieberman, Ayelet Shaked, Naftali Bennett, Benny Gantz entre otros criminales civiles y militares sionistas, terminarán presos o acabarán tragando una cápsula de cianuro para no responder de sus crímenes? Tal vez esta respuesta pueda ser dada por aquellos miembros de la CJCH que rasgan vestiduras por un articulo sobre el criminal de guerra Hermann Göring, a 75 años de su muerte, pero avalan y se convierten en cómplices de la política genocida del pueblo palestino de esa entidad de la cual algunos, como Gabriel Zaliasnik se declara “orgullosamente sionista”. Condenemos los escritos sobre Goering siempre y cuando condenemos también a criminales como Naftali Bennet, Benjamin Netanyahu, Benny Gantz, sino es así no me presto para conductas hipócritas

Por: Pablo Jofre Leal
Fuente: Segundo Paso Cono Sur

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1. http://1.%20https//undocs.org/pdf?symbol=es/A/RES/3379
2. Hermann Göring. Aviador, político y uno de los más altos dirigentes del partido nacionalsocialista. Tras la derrota a manos de los aliados, en la Segunda Guerra Mundial fue juzgado en los Juicios de Núremberg y declarado culpable de conspiración, crímenes contra la paz, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Sentenciado a morir en la horca este dirigente nazi se suicidó la noche anterior a la ejecución de la sentencia, ingiriendo una cápsula de cianuro.
3. Las empresas israelíes según la investigación de la Contraloría General de la República son Elbit Systems Land and C4 Tadiran de Israel y Rafael Advance Defense System. https://www.biobiochile.cl/especial/noticias/reportajes/reportajes-reportajes/2018/07/09/milicogate-descubren-e-investigan-facturas-duplicadas-por-200-millones-de-dolares.
4. https://www.segundopaso.es/news/1631/Chile-Gobierno-de-Pi%C3%B1era-se-Asocia-a-R%C3%A9gimen- ImageSat, vinculada al ministerio de guerra sionista, se define como un proveedor comercial profesional de servicios superiores de imágenes satelitales de alta resolución, obtenidos a través del funcionamiento de sus satélites de observación remota de la tierra (EROS A / B) de alta resolución, que se proporcionan a los gobiernos y sus fuerzas de defensa con fines de inteligencia y seguridad nacional. Según señaló el portal Infodefensa.com, la compañía estadounidense SpaceX (se adjudicó, junto a la israelí ISI Imagesat International, el lanzamiento de los diez satélites del nuevo Sistema Nacional Satelital (Snsat) de Chile. Un proyecto considera poner en el espacio entre 2021 y 2024 los satélites Fasat-Delta, Fasat-Echo 1 y Fasat Echo-2. Los otros siete satélites más pequeños, de entre 12 y 13 kilos, se lanzarán: uno en 2023, tres en 2024 y tres en 2025. Ocho de los diez satélites serán construidos en Chile por técnicos e ingenieros nacionales, pertenecientes a la Fuerza Aérea y también a varias universidades del país. Israel proporcionó entrenamiento militar a las tropas del exdictador Efraín Ríos Montt durante el genocidio de Guatemala en los años ochenta.
5. Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicado el año 2017 y dado a conocer por el portal The Electronic Intifada confirmó las declaraciones del exoficial de Inteligencia israelí, Ari Ben-Menashe, quien en una entrevista concedida al diario Consortium News reveló que el régimen de Tel Aviv proporcionó ayuda militar en el genocidio que llevó a cabo el Ejército del país centroamericano contra las comunidades indígenas del país centroamericano.
6. https://segundopaso.es/news/1870/Sionismo-Israel%C3%AD-La-Mayor-Hipocres%C3%ADa-Del-Mundo